viernes, 29 de junio de 2007

Aplicacionista Destacado

ALEJANDRO RIOS VALDIVIA
Diputado, Ministro de Educación y Ministro de Defensa

Nació en Valparaíso, el 29 de septiembre de 1901. Fueron sus padres Moisés y Rita. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Liceo de Aplicación y los superiores en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Se tituló en 1923, de profesor de Historia y Geografía. Su memoria «La Misión Lavalle en la Guerra del Pacífico», fue calificada con distinción por unanimidad de la Comisión.

Inició su carrera profesional en el Liceo de Aplicación, en el Colegio Alemán de 1922 a 1928 y en el Instituto Italiano de 1921 a 1926. En 1925, empezó a dictar clases en la Escuela Militar y en el Instituto Superior de Carabineros desde su fundación.

Fue miembro de la Comisión que estudió la organización del Departamento de Extensión Cultural, Propaganda y Publicidad. Además desempeñó la presidencia de la Sociedad Nacional de Profesores, la Secretaría General de la Federación de Educadores de Chile, la Secretaría de Finanzas de la Confederación Americana del Magisterio. Fue dirigente de la Explotadora de Maderas, y presidente del Comité Hispano Chileno de la Defensa de la Democracia.

Su participación política, comenzó en 1935, cuando ingresó al Partido Radical. Posteriormente, fue elegido presidente de la Asamblea Radical de Santiago, diputado por el Primer Distrito de Santiago por el período 1945-1948 y reelegido en 1949. Perteneció a la Comisión de Educación de la Cámara en la que participó activamente en la creación de la Universidad Técnica. En 1946, fue nombrado ministro de Educación.

Durante la campaña electoral de 1964 fue decidido partidario del doctor Salvador Allende, acompañándolo en sus viajes por todo el país. Esto le significó la expulsión del Partido Radical. En 1969, definido el radicalismo en una posición de izquierda, fue llamado por el CEN para que regresara al partido. Se reintegró y participó en la campaña como presidente del regional Cordillera de la Unidad Popular. Como pedagogo, es importante su contribución a la enseñanza por el gran número de mapas y atlas que realizó. Entre ellos se mencionan «Elementos de Geografía», «Mapamun- di Físico», «Mapa de Chile Físico», y cuaderno de mapas para la enseñanza de la historia. Es casado con Azucena Lemoine de la Cruz, y tiene dos hijas, Carmen y Alicia

www.cepchile.cl
http://biografias.bcn.cl

martes, 26 de junio de 2007

Aplicacionista Destacado



Francisco Hernán Vera Lamperein
Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2001


'Fui un hombre soñador
creía en la sabiduría y la fuerza.
Fui esposo, abuelo, bisabuelo,
amigo, hermano y maestro.
Ahora que no estoy mi sabiduría y
fuerza los acompañará cada día.'


TRAYECTORIA
Por unanimidad del jurado fue designado Premio Nacional de Ciencias de la Educación año 2001, el profesor de Historia, Geografía y Educación Cívica Francisco Hernán Vera Lamperein.

El nuevo Premio Nacional de Educación cursó sus estudios básicos y medios en el Liceo de Hombres de Temuco y posteriormente en el Liceo de Aplicación de Santiago. Los estudios superiores los realizó en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, obteniendo su título de docente en 1933.

La Ministra Mariana Aylwin explicó que el jurado basó su decisión en "una vida entera dedicada a la educación chilena, con un amplio reconocimiento en el país y en el extranjero".
El acta del jurado hace notar que el galardonado "ha destacado en particular en la modernización de la educación en la década del 50". Es así como en su calidad de consultor de UNESCO y OEA, prestó valiosos servicios en Paraguay, Ecuador, Venezuela, Guatemala, Panamá y Brasil.

"Maestro por su gran acción en la renovación de la enseñanza, es maestro también por la relevancia de su testimonio de humanidad ante quienes han trabajado y aprendido junto a él", señala el acta del jurado.

Como profesor de aula, Hernán Vera Lamperein, de 85 años, se desempeñó en liceos de Constitución, Lautaro, Traiguén, Rancagua y San Fernando, además del Liceo Nocturno Federico Hansen de Santiago y el Liceo Nocturno de Rancagua, del cual fue co fundador. También enseñó en el liceo de Hombres de Traiguén, de Victoria y en los liceos experimentales Juan Antonio Ríos y Darío Salas, establecimientos de los cuales fue posteriormente rector. Fue también Subdirector del Liceo Experimental Manuel de Salas.

Hasta 1991, fue miembro del equipo técnico de la Vicerrectoría Académica de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.

Entre las misiones especiales que le correspondió desarrollar, se cuenta su condición de evaluador de proyectos FONDECYT, Jefe de la Unidad de Curriculum del departamento de Asuntos Educativos de la OEA; experto de UNESCO y consultor de OEA en varias naciones latinoamericanas.

Es autor de una treintena de publicaciones, el último de los cuales fue "El Liceo de Experimentación Darío Salas. Una experiencia pedagógica innovadora" (1998), que escribió en conjunto con Carmen Lorenzo y Fernando Gutiérrez.

Don Hernán Vera es socio fundador y director honorario de la Asociación Chilena de Currículum Educacional y socio fundador de la Sociedad Chilena de Historia de la Educación, entre muchas otras instituciones a las que pertenece.

Fuente:
http://www.diadelpatrimonio.uchile.cl/
http://www.educarchile.cl/

sábado, 23 de junio de 2007

Aplicacionista Destacado

Félix Schwartzmann Turkenich
Premio Nacional de Humanidades 1993

La filosofía chilena tuvo hasta mediados de la década de 1950 un carácter permeable en relación al resto de las ciencias sociales y humanas. El cruce entre éstas era un hecho bastante frecuente, lo que dotaba a la reflexión filosófica de una amplitud que la posterior profesionalización y especialización de la educación universitaria acabaría para siempre. Un ejemplo destacado de los múltiples cruces entre las distintas ramas del conocimiento ha sido la obra del polifacético pensador Félix Schwartzmann, que abarca campos tan diversos como la antropología filosófica, la teoría del arte, la sociología, la física cuántica y la epistemología.

Nacido en 1913 en el seno de una familia de origen rumano, Félix Schwartzmann realizó sus estudios secundarios en el Liceo de Aplicación, para estudiar posteriormente filosofía en la Universidad de Chile. En 1949, obtuvo el título de profesor extraordinario de sociología en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile, con una tesis sobre antropología filosófica, titulada El sentimiento de lo humano en América: ensayo de antropología filosófica. En esa obra, con la que ganó el premio municipal de ensayo en 1951, Schwartzmann desarrolló una amplia reflexión sobre las bases de la convivencia en América Latina, marcada a su juicio por el sentimiento de soledad y un impulso frustrado de comunión con el otro. A partir de 1951, dictó la cátedra de Historia y Filosofía de las Ciencias en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile, la que posteriormente dictó también en la Facultad de Ciencias de esa universidad, en cuya fundación participó. Desde 1956 y por más de 20 años dirigió la Revista de Filosofía de la Universidad de Chile, y asumió distintas responsabilidades en esa misma institución. Durante el proceso de Reforma Universitaria redactó la Declaración de Principios de la Universidad de Chile, que constituyó en su momento la base filosófica y programática de esa universidad.

Tras publicar entre 1951 y 1953 El sentimiento de lo humano en América en dos volúmenes, Schwartzmann escribió numerosos ensayos de corte estético-filosófico y de filosofía de la ciencia.
En 1967, publicó Teoría de la expresión, obra de largo aliento en la que convergen y se integran las líneas de análisis de sus escritos anteriores, en los que se analizan los problemas de las relaciones interhumanas, la expresividad y la comunicación.

En 1992, publicó El Libro de las Revoluciones, y al año siguiente su obra Autoconocimiento en Occidente.

En 1994 se publicó El discurso del método de Einstein, obra en la que realizó una severa crítica de los fundamentos epistemológicos de la ciencia moderna.

Con la publicación en el 2000 de Historia del universo y conciencia, Schwartzmann continuó la ruta que ya había trazado en sus últimas obras, atacando la epistemología tradicional y proponiendo un análisis fenomenológico del conocimiento del universo.

En reconocimiento a su destacada trayectoria y a su prolífica obra, en 1993 se le entregó el Premio Nacional de Ciencias Humanas.

Fuente:
http://www.memoriachilena.cl/
http://www.diadelpatrimonio.uchile.cl/

miércoles, 20 de junio de 2007

Profesor José Salas Carrasco

MARIO JOSE SALAS CARRASCO
Un profesor por naturaleza con una gran vocación de servicio



En un lugar cercano a la ciudad de Rancagua, llamado Alto Jahuel, nació el 11 de Noviembre de 1920, Mario José Salas Carrasco, uno de los 5 hijos de Joaquín y Sara, que en esos tiempos se dedicaba al cuidado de un Fundo y a la producción de productos agrícolas y avícolas. Sus primeros estudios los realizó en escuelas y liceos de la zona.

Los fríos inviernos, sentados alrededor de un fogón, tomando te y comiendo sopaipillas, fueron en muchas ocasiones el escenario en el que trasmitía sus conocimientos a algunos amigos y especialmente a los campesinos que apenas sabían leer y escribir. Desde entonces se podía sentir su interés por la docencia e intuir lo que luego sería la actividad de la mayor parte de su vida.

A pesar de los escasos recursos que tenía la familia Salas Carrasco, y en busca de un mejor futuro, decidió trasladarse a Santiago a estudiar en la Escuela Normal, donde terminó con el titulo de Profesor Normalista (1937 – 1940)

En paralelo, ingresó en la Escuela de Economía de la Universidad de Chile, para estudiar la carrera de Ingeniero Comercial, la cual logró terminar con mucho esfuerzo en el año 1942; sin embargo, su gran frustración fue no haber podido obtener el título de graduado, pues debido a las necesidades económicas de la familia, su primera exigencia era el trabajo, y la falta de tiempo no le permitió entregar la memoria de grado.

Comenzó su carrera como Profesor Normalista, realizando una practica profesional y posteriormente como Profesor Titular en el Colegio de Sewell, en la mina de Cobre, donde impartía clases a los hijos de los esforzados mineros que trabajaban y vivían en el pueblito de Sewell, icono de la historia de la minería chilena. Fue una época muy dura en su desarrollo profesional, soportando las bajas temperaturas de la zona y teniendo que viajar permanentemente a Santiago para continuar con sus estudios.

En el año 1946 participó en un concurso del Ministerio de Educación, donde postuló y obtuvo el cargo de profesor de enseñanza básica, el cual ejerció desde 1947 impartiendo clases de todas las materias como castellano, matemáticas, historia, etc. a los alumnos de 4° , 5 y 6° año básico.

Intransigente y de fuerte carácter, siempre fue estricto en el desarrollo de su labor docente, pero en la misma proporción, poseía una paciencia sin límites para trasmitir sus conocimientos dada su gran vocación para la enseñanza.

En el año 1948, decide iniciar actividades empresariales relacionadas con la educación. Sin dejar sus clases en el Liceo Aplicación, funda su propio colegio, subvencionado en parte por el estado, el SANTIAGO JUNIOR SCHOOL, que tuvo su sede por muchos años en la Avenida Blanco Encalada, (frente al Regimiento Tacna) y que posteriormente fue trasladado a la calle Maturana. La mudanza, unida a las crisis económicas y políticas de principio de los años 70, le produjeron grandes pérdidas económicas, y se vio obligado a terminar con el gran sueño de su vida como director de su propio colegio. El cierre del mismo, le trajo una profunda depresión que hubo que tratar largamente y que le ha dejado secuelas de por vida.

Su etapa como profesor concluye en el Liceo Aplicación en 1974, año en que se acoge a una jubilación por enfermedad y en el que se dedica a realizar trabajos administrativos desempeñando el cargo de Sub –Director de una escuela de una buena amiga, hasta el año 83, donde dejo toda actividad laboral, sin volver a ejercer nunca más su carrera de profesor.


En el año 52, se casó con María Teresa Piteau, hija de un emigrante francés, amante de la buena mesa, vino, mujeres y carreras de autos, que había llegado a Chile desde Bolivia para incursionar en el ambiente automotriz, con el que Mario José compartió muchos buenos momentos.

De ese matrimonio nacieron 2 hijos, José Joaquín y María Teresa, a quienes, con el carácter estricto que lo identificaba, siempre inculcó los buenos modales y educación. La relación no siempre fue fácil, pues parecía no poder separar su rol de maestro con el de padre, pero a pesar de todas las vicisitudes vividas, con mucho esfuerzo logró su otro sueño, que ambos fueran profesionales.

El gran hobby que tuvo cuando era muy joven, fue la cacería de la tórtola y perdiz, actividad muy común en el campo, donde transcurrió su niñez y parte de su adolescencia. Inicialmente las cazaban con una onda y después, con su padre, aprendió el uso de la escopeta. Este deporte fue una de las actividades que más compartió con su hijo, saliendo con el a cazar en las frías mañanas de invierno alrededor de El Olivar, Alto Jahuel, y acompañados, siempre, de su gran amigo, su hermano mayor que fue ejemplo de lealtad, solidaridad y fidelidad, el tío Joaquín.

Mario José, fue un gran lector y una persona muy culta, y un gran fanático del Colo Colo, club al que acompaño todas las veces que pudo en el Estadio Nacional y del que aún hoy en día es fiel seguidor. Fue también un enamorado del buen comer, las fiestas, los viajes y gran amigo de sus amigos.

Para finalizar, puedo decir, que mi padre tuvo una vida plena, Como maestro, logró sus metas profesionales desarrollando su vocación por la enseñanza. Como padre, marido y amigo también logró sus metas personales, y que aún hoy, a pesar de su delicado estado de salud sigue siendo un amante de la vida.



José Salas Piteau
Santiago, Junio del 2007

lunes, 18 de junio de 2007

Foto del Recuerdo

Curso 4ª Preparatoria del Sr. Hernán González Q., Liceo de Aplicación 1963, foto tomada en el patio de Cumming 29.

sábado, 16 de junio de 2007

Aplicacionista Destacado


(1889 - 1969)


Premio Nacional de Arte 1967

Hijo mayor de Laureano Ladrón de Guevara, profesor de castellano en el Liceo de Valparaíso. Nace en la ciudad de Molina y su etapa escolar la vive en el Liceo de Aplicación, su educación superior primero se orienta hacia las leyes y mas tarde a la arquitectura, finalmente se da cuenta que su vocación es hacia las artes e ingresa a la escuela de Bellas Artes.

Entre sus maestros estuvieron Álvarez de Sotomayor, José Mercedes Ortega Y Juan Francisco González, quien le da el apodo de "león del Croquis" por su habilidad para trabajar la figura humana con el carboncillo.

En 1927 junto a Arturo Gordon concursan para decorar el pabellón de Chile en Sevilla, obteniendo medalla de oro. En 1930 viaja a Europa e ingresa a la escuela de Bellas Artes de Copenhague estudiando las técnicas del vitral y fresco.

Fue el pionero en usar la técnica del fresco y trabajó como profesor del taller de pintura mural la Escuela de Bellas Artes en 1933, cargo que ocupó por veinte años, es uno de los primeros artistas que incursionó en las técnicas del mural, luchó incansablemente por dar e esta nueva expresión plástica el lugar destacado que le corresponde, logrando finalmente interesar al Ministerio de Educación en sus gestiones para decorar distintos establecimientos educacionales.

Es el primer fresquista chileno y sus obras reflejan un vigor técnico, de su obra podemos mencionar "Alegorías de las Artes", un fresco realizado en el hall de la Escuela de Bellas Artes. En la Escuela de México de Chillán pinta los retratos de Don Benito Juárez y Don Bernardo O'Higgins.

En el Liceo de Valparaíso conoció a Juan Francisco González quien realizaba clases de dibujo y de historia del arte. El maestro le dio impulso a los entusiasmos artísticos de Laureano Guevara, quien demostró siempre gran amor por la pintura. Más tarde ingresó a la Academia de Bellas Artes de la calle Maturana, dirigida entonces por Virginio Arias. Aquí fue su maestro en dibujo José Mercedes Ortega. Luego, cuando la Escuela se trasladó al edificio del Parque Forestal, sus maestros fueron Fernando Álvarez de Sotomayor, Alberto Valenzuela Llanos, Ricardo Richon-Brunet y Pedro Lira. El afán por aprender, estudiar y el apego a la Academia, hizo que Guevara estudiara allí por Más de diez años. En su amplia labor juvenil se unieron los nombres de la Generación del ‘13 y los renovadores del "veintiocho".



Trabajó junto a Pablo Burchard, Arturo Gordon, Ezequiel Plaza, Waldo Vila y Augusto Eguiluz.
En 1933 fue nombrado profesor de taller de pintura en la Escuela de Bellas Artes, cargo que ocupó durante Más de dos décadas. Fue uno de los primeros artistas que incursionó en las técnicas del mural, cuyo aprendizaje lo realizó en Dinamarca, donde Estudió las técnicas de la pintura al fresco, el grabado y el vitral.


Trayectoria

Al igual que sus coetáneos de la Generación del ‘13, Laureano Guevara tiene una marcada acentuación por la temática popular, pero atisbando lo melancólico. Fue un enamorado del paisaje campestre y costero, de la naturaleza muerta y el retrato íntimo, con un respeto tremendo por lo intrínsecamente plástico, que era lo que inculcaba cuando enseñaba en la Escuela de Bellas Artes. El paisaje chileno exhibió en este artista una rica variedad. Los tonos Más ardidos desdoblan una naturaleza ampulosa y sensual, una utilización justa y equilibrada de las gamas cromáticas. A menudo pintó el paisaje en función de circunstancias ambientales que lo modificaban y le daban carácter (Mes de mayo, Otoño en Tobalaba, Día de otoño, Primavera en Tobalaba), captando esa sutil variación que la luz va poniendo en las cosas.

Los murales realizados por Guevara reflejan rigor técnico, y en algunas ocasiones una marcada dignificación de lo popular (Cartón para mural). Para los artistas que incursionaron en las expresiones muralistas, el mural era un arte público que permitía una comunicación mucho Más efectiva con toda la sociedad y no tenía las restricciones propias de la pintura de caballete.


Aportes

Laureano Guevara desempeñó varios cargos docentes, como profesor de grabado en la Escuela de Bellas Artes en 1927 y 1930; profesor del Liceo Experimental artístico; profesor de la cátedra de pintura mural (de la que fue creador) en la Escuela de Bellas Artes.

Recibió además, importantes premios como:

La tercera medalla en el Salón Oficial (1919)
La tercera medalla sección Arte Decorativo del Salón Oficial (1920)
Segunda medalla Arte Decorativo, Salón Oficial (1923)
Mención honrosa Sección de Arte Aplicado, Salón Oficial (1927)
Medalla de oro, Exposición Internacional de Sevilla, España (1928)
Mención honrosa del Salón Oficial (1931)
Premio Ilustre Municipalidad de Santiago (1937)
Premio Certamen Edwards, Salón Oficial (1937)
Primer premio pintura mural Comité IV Centenario (1941)
Premio de segunda categoría en Arte Aplicado (1941)
Premio de honor, XVI Salón de Verano, Viña del Mar (1949)
Premio de la crítica (1956)
Premio de honor del Salón Oficial (1957)
Premio Nacional de Arte (1967).


Ref. :
http://www.portaldearte.cl/
http://www.mac.uchile.cl/
http://www.memoriachilena.cl/

martes, 12 de junio de 2007

Dagoberto San Martín Vergara

Hoy hemos querido recordar a nuestro compañero de curso Luis Dagoberto San Martín Vergara, luego que la justicia ha dictado sentencia y uno de los condenados ha dicho desconocer el dictamen.

Placa recordatoria puesta en la sala del 4A-1971 del Liceo de Aplicación.



Momento al descubrir la placa recordatoria, donde aparece en primer plano el Padre de Dagoberto, junto al Rector del Liceo.


Padres junto a hermanos y compañeros de curso de Dagoberto en la sala de 4A 1971 del Liceo de Aplicación.


Ceremonia de entrega de Becas "Dagoberto San Martín - Gastón Nuñez" año 2005, donde los padres de Dagoberto hacen entrega de galvano recordatorio a Becario.

lunes, 11 de junio de 2007

Aplicacionista Destacado

David Rosenmann Taub
Nace el 3 de mayo de 1927 en Santiago de Chile; hijo de Manuel Rosenmann y Dora Taub, emigrantes de Polonia. Niño precoz, aprende a leer al año y medio. Su padre, políglota y lector de gran inteligencia crítica, lo introducirá a la literatura. Su madre, pianista consumada, empieza a enseñarle a tocar el piano cuando cumple dos años. Escribe sus primeras poesías a los tres, y, a los siete, se sabe ya un poeta. Sus padres apoyan su vocación. A los nueve, recibe a su primer alumno de piano.
En la década entre 1933 y 1943 asiste al Colegio Europeo y al Liceo de Aplicación. Escribe poesía diariamente. En los primeros años de su adolescencia concibe El Adolescente y el primer volumen de Cortejo y Epinicio. Compone parte de ellos durante los recreos en la escuela. Además, desde 1935 hasta 1946, continúa su educación musical. Su profesor de piano, Roberto Duncker, lo incita a seguir la carrera de concertista de piano. Estudia metodología musical con Carlos Isamitt, ritmo con Andrée Haas (alumna de Dalcroze) y composición, contrapunto y fuga con el famoso Pedro Humberto Allende, quien le aconseja que se dedique de lleno a la composición.

Admirado por el talento de Rosenmann-Taub, el escritor Luis Merino Reyes lo presenta, en 1941, al Sindicato de Escritores de Chile. El poeta Antonio de Undurraga, secretario del Sindicato, pide a Rosenmann-Taub que le muestre algo de sus escritos. Le presta a Undurraga el manuscrito de su largo poema El Adolescente. Un día Undurraga sorprende al poeta de catorce años con un ejemplar de la nueva revista literaria, Caballo de Fuego, donde ha publicado El Adolescente. «Esto es lo que pienso de su poema», le dice a Rosenmann-Taub.
Entre 1944 y 1948 estudia español en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. También asiste a cursos de botánica, astronomía, anatomía, inglés, francés, portugués, estética y arte. Estos estudios formarán parte de una erudición adquirida a lo largo de una vida de constante lectura en varias lenguas y disciplinas. Contribuye económicamente a la familia dando lecciones privadas de piano, gramática y literatura.

En 1948 se gradúa de la Universidad de Chile con el título de Profesor de Español. Presenta el manuscrito del primer volumen de Cortejo y Epinicio para el premio de poesía del Sindicato de Escritores, y lo gana. El próximo año, Arturo Soria, refugiado español y fundador de la más prestigiosa editorial literaria chilena, Cruz del Sur, publica el primer volumen de Cortejo y Epinicio. El libro recibe gran acogida en la prensa. Entre las elogiosas críticas se destaca la del principal crítico chileno de ese tiempo, Alone (Hernán Díaz Arrieta), en El Mercurio. David Rosenmann-Taub graba algunos poemas para El Archivo de la Palabra -una serie de grabaciones de autores, dirigida por Soria-. La presentación por radio de la lectura provoca tal interés que se venden todos los discos en un solo día.

En 1951 Cruz del Sur publica Los Surcos Inundados, que obtiene el Premio Municipal de Poesía. Recibe el Premio de Poesía de la Universidad de Concepción por su libro (inédito) El Regazo Luminoso. Conoce a Georg Friedrich Nicolai, científico, pacifista y amigo de Einstein. Ante la sugerencia de Nicolai, estudia física. El año siguiente, Cruz del Sur publica La Enredadera del Júbilo.

Durante el período entre 1952 y 1975, aunque escribe sin cesar, sólo publica un pequeño volumen, en 1962: Cuaderno de Poesía (Taller Edición 99). Arturo Soria cierra la editorial Cruz del Sur y regresa a España. El padre de Rosenmann-Taub entra en dificultades económicas. El poeta da clases privadas de la mañana a la noche para ayudar a mantener a su familia. Escribe poesía en la madrugada. En 1955 conoce en Buenos Aires al novelista polaco Witold Gombrowicz, quien se entusiasma con Cortejo y Epinicio.

En 1973 un golpe militar derriba el gobierno de Salvador Allende. En ese mismo año, muchas de las posesiones de Rosenmann-Taub, incluida gran parte de su producción poética (más de cinco mil páginas manuscritas), son robadas.

En 1975 conoce en Buenos Aires a la escritora Victoria Ocampo, que expresa su admiración por El Cielo en la Fuente, aún inédito.

Entre 1975 y 1978 viaja por Europa, América del Sur y los Estados Unidos, becado por la Oriental Studies Foundation. En Nueva York da varias conferencias sobre su poesía y sobre diferentes autores, artistas y músicos, como San Juan de la Cruz, Sor Juana Inés de la Cruz, Monet, Vermeer, Beethoven, Ravel y Albéniz. Escribe Ajorca de Europa (inédito).

Durante este período vive durante varios meses en Buenos Aires, donde la editorial Esteoeste publica Los Despojos del Sol: Ananda Primera en 1976. En los siguientes dos años, la misma editorial publica El Cielo en la Fuente, Los Despojos del Sol: Ananda Segunda y la segunda edición del primer volumen de Cortejo y Epinicio. En 1978 conoce a Nahúm Kamenetzky quien, ya septuagenario, trabaja como repartidor en la imprenta de los libros de Rosenmann-Taub. Descubre que Kamenetzky ha escrito numerosos cuadernos de aforismos, cuya veracidad llama la atención del poeta. Decide transformar, en colaboración con Kamenetzky, algunos aforismos y compilarlos en el libro Al Rey su Trono, que publica Esteoeste en Santiago en 1983 y que contiene ilustraciones por el poeta.

Desde 1985 se dedica a sus actividades artísticas y da clases privadas de literatura, música y arte. Graba varias de sus composiciones pianísticas. Entre ellas: Abecechedario, Morir Para Nacer, y Fuegos Naturales. Compila los dibujos que ha hecho durante su vida, como la serie de La Bofetada y la de Alarde. Continúa dibujando. Escribe prolíficamente. Revisa La Mañana Eterna, País Más Allá, los volúmenes segundo, tercero y cuarto de Cortejo y Epinicio. Prepara una edición de El Cielo en la Fuente con comentarios, así como como los comentarios de su libro Quince, aún inédito. En total, su obra poética constará de más de cuarenta volúmenes.

En 2000 se establece Corda, una fundación sin fines de lucro, con el propósito de preservar, diseminar y estudiar la obra de David Rosenmann-Taub. En 2002 LOM Ediciones publica una nueva edición de Cortejo y Epinicio (Volumen I); en 2003 El Mensajero (Volumen II de Cortejo y Epinicio); en 2004 El Cielo en la Fuente/La Mañana Eterna (en un volumen) y País Más Allá; en 2005 Poesiectomía y en 2006 una nueva edición de Los Despojos del Sol: Anandas primera y segunda.

Fuente:
Más información de David Rosenmann Taub:
http://www.davidrosenmann-taub.com/

sábado, 9 de junio de 2007

Aplicacionista Destacado

José Maza Fernández

Nació en los Ángeles, el 13 de octubre de 1889; sus padres fueron Armando de la Maza Ramos y Zoila Rosa Fernández Anguita. Se casó con Raquel Lyon Vial y tuvieron un hijo, José.

Sus estudios los realizó en el Liceo de Aplicación, y los superiores en la Universidad de Chile, donde se tituló de abogado, el año 1913.

En 1915 presidió la Federación de Estudiantes y se improvisó como líder.

Parlamentario:
En 1921 fue candidato a Diputado por el partido Liberal, siendo elegido por Laja, Nacimiento y Mulchén, período 1921-1924.
Reelegido Diputado por Laja, Nacimiento y Mulchén, para el período 1924-1927.
Elegido Senador por la Novena Agrupación Provincial “Valdivia, Llanquihue y Chiloé”, para el período 1926-1934
Reelegido Senador por la Novena Agrupación Provincial, para el período 1937-1945
Reelegido nuevamente por la misma agrupación provincial para el período 1945-1953

Ministro:
Ministro del Interior en 1924
Ministro de Justicia e Instrucción Pública en 1925 .Redactor de la Constitución de 1925: http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,38035857_173977820_184801506,00.html
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto en 1925

Embajador:
Delegado de Chile a la II Asamblea General de la ONU en Lake Succes, donde fue elegido Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1955.
Embajador en Argentina entre los años 1957 y 1958.

Este diplomático, parlamentario, político, legislador y Aplicacionista, falleció en Santiago, el 6 de mayo de 1964.

Fuente: http://www.bcn.cl/

miércoles, 6 de junio de 2007

Foto del Recuerdo

Una foto del baúl de los recuerdos, de nuestro Profesor de Educación Física Sr. Armando Barraza, quién también realizó clases en el Liceo Alemán; desde una página relacionada a ese liceo obtuve la foto.

sábado, 2 de junio de 2007

Aplicacionista Destacado


Humberto Díaz-Casanueva


El poeta, diplomático y educador Humberto Díaz-Casanueva nació el 8 de diciembre de 1906, en Santiago, en el seno de una familia de clase media católica, y recibió una formación religiosa durante su infancia. En 1914 ingresó al Liceo de Aplicación, del que fue expulsado el año 1921, al fundar el grupo de estudios Centro José Ingenieros y ser acusado de “hereje” por un profesor de religión. Continuó sus estudios en la Escuela Normal José Abelardo Núñez, obteniendo su título de profesor normalista a los 17 años.

En la primera mitad de los agitados años '20, Díaz-Casanueva comenzó a relacionarse con el ambiente literario e intelectual de la época, en el que conoció a Vicente Huidobro, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, entre otros. De esos años, data su amistad con el poeta Rosamel del Valle, unión poética y fraternal que perduraría hasta la muerte del segundo. En 1926, Humberto Díaz-Casanueva publicó su primer libro, El aventurero de Saba, a la vez que participó activamente en las movilizaciones del profesorado en pro de la reforma educacional.

La actividad gremial y política que desarrolló lo llevaría a su primer exilio en 1928, bajo la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo. Poseedor de una poesía muchas veces catalogada de hermética, Díaz-Casanueva desarrolló en sus textos una poética que suele moverse en los límites de lo místico y la filosofía metafísica, como exhiben estos versos de La estatua de sal (1947): “Aquí está el mundo aparente y adentro el mundo sellado y ambos me son/ recíprocos y en ambos escarbo/ buscando la fuente que me derrama”.
La suya es una búsqueda constante de preguntas en torno a la trascendencia y la existencia del hombre, evidenciada en gran parte de su proyecto escritural, como Réquiem (1945), La hija vertiginosa (1954) o El hierro y el hilo (1980), inspirada en su hija Luz Maya. Su obra funciona -al decir del poeta y crítico Naín Nómez en su Antología crítica de la poesía chilena, tomo II- “como puente entre el surrealismo y los antiguos poetas románticos y simbolistas”, en un momento de la poesía chilena dominado por las tendencias vanguardistas que surgieron en la primera mitad del siglo XX. Dan cuenta de ello diversos artículos y notas de prensa, de autores de la talla de Gabriela Mistral y Rosamel del Valle, entre otros.

Hombre de diversas capacidades, Humberto Díaz-Casanueva conjugó su oficio de poeta con su compromiso humano, desarrollando importantes labores de difusión y denuncia en torno al tema de los Derechos Humanos y la segregación racial. Estos y otros temas los abordó desde diversos discursos, escritos y artículos, así como desde su misma producción poética, como es el caso de El niño de Robben Island (1985). Además, desarrolló una larga carrera diplomática y académica, que se extendió incluso después del Golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende, de cuyo gobierno Díaz-Casanueva fue embajador ante la ONU.

Miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua, se hizo merecedor del Premio Nacional de Literatura en 1971. Humberto Díaz-Casanueva murió en Santiago en 1992.