martes, 31 de julio de 2007

Profesor Agustín Cannobio

Agustín Cannobio Galdames
Diputado 1926 - 1930

Nació en San Felipe, el 8 de octubre de 1879; hijo de José Cándido Cannobio y Juana Galdames. Se casó con Emilia Zamora, matrimonio del cual nacieron seis hijos. Estudió en el Liceo de San Felipe y en el Instituto Nacional; luego ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde se graduó de profesor de Castellano y Filosofía, en el año 1904.
Se inició como profesor en las cátedras de Castellano y Filosofía, en el Instituto Pedagógico. En el año 1920 fue nombrado por el ministro de Instrucción de la época, visitador extraordinario de los liceos de hombres. Fundó la primera Escuela Nocturna gratuita para obreros, en el año 1897. Hizo clases en el Instituto Nacional, Escuela Militar, Internado Nacional Barros Arana, y en el Liceo de Aplicación. Miembro del Comité Organizador del Congreso Panamericano de 1910.
Integró el Consejo Superior de Artes y Música. Militante del partido Radical y en representación de él, fue elegido diputado por la Vigésimocuarta Circunscripción Departamental de "Ancud, Castro y Quinchao", período 1926 a 1930; integró la Comisión Permanente de Guerra y Marina y la de Reforma Constitucional y Reglamento.
Escribió estudios críticos, romances recogidos de la tradición popular, numerosos artículos de arte y otros. Perteneció a numerosas instituciones culturales y de beneficencia; entre estas últimas destaca la Liga contra el Alcoholismo. Fundó la nueva Academia de Bellas Artes, junto a otros artistas. Fue condecorado como miembro correspondiente de varias instituciones americanas y europeas, como por la Universidad de Columbia.

sábado, 28 de julio de 2007

Aplicacionista Destacado

Enrique Zañartu Prieto - Senador
Diputado, Senador y Ministro de Industria, Obras Públicas y Ferrocarriles, de Hacienda y del Interior
Candidato a la presidencia de la República

Nació en Santiago, el 25 de diciembre de 1881; hijo de Manuel Arístides Zañartu Zañartu y María Rosa Prieto del Río y sobrino del vicepresidente de la República, Aníbal Zañartu Zañartu.

Se casó con Lucila Zenteno Valenzuela y tuvieron diez hijos.

Estudió en el Instituto Inglés, Instituto Nacional y en el Liceo de Aplicación; luego cursó Derecho en la Universidad de Chile.

En 1903 emprendió viaje de estudios a Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, recorrió esos lugares por cerca de dos años.

Se dedicó a las actividades agrícolas en su fundo en el departamento de Rere; especialmente a la industria agrícola.

Adquirió el diario "La Mañana", después de la muerte de su fundador Ramón Rivas Ramírez; empresa periodística que pasó a servir los ideales del partido Liberal Democrático.

Publicó en 1906, un Manual de Economía, y para difundir las ideas de su padre escribió "Manuel Arístides Zañartu, Luis Ríos y causas del pauperismo en Chile"; también fue autor de “Crónicas de vulgarización del sistema monetario” y “Hambre, miseria e ignorancia”.

Al igual que su hermano Héctor, fue miembro del partido Liberal Democrático, siendo presidente del mismo en 1921, año en que presidió la Convención. Su partido estaba ligado a la Unión Nacional y más específicamente a los conservadores, por lo que cuando en 1923 se inscribió en los registros de la Alianza Liberal, no fue muy entendido el cambio político.

Fue diputado por las comunas de Rancagua, Cachapoal y Maipo, periodo 1906-1909; fue diputado reemplazante en la Comisión Permanente de Elecciones y miembro de la Comisión Permanente de Guerra y Marina.

En el periodo constitucional 1909-1912, fue electo diputado por Rere y Puchacay; integró la Comisión Permanente de Industria.

Periodo 1912-1915, reelecto diputado por Rere y Puchacay; integró la Comisión Permanente de Hacienda.

Periodo 1915-1918, nuevamente reelecto por Rere y Puchacay; continuó en la Comisión Permanente de Hacienda e integró también, la Comisión Permanente de Industria y Agricultura.

Periodo 1918-1924, fue elegido senador por Concepción; miembro de la Comisión Permanente de Hacienda y Empréstitos Municipales y de la de Agricultura, Industria y Ferrocarriles.

Periodo 1924-1930, reelecto senador por Concepción; continuó en la Comisión Permanente de Hacienda y Empréstitos Municipales e integró también la Comisión Permanente de Obras Públicas y Colonización.
Se disolvió el Congreso, el 11 de septiembre de 1924, por Decreto de la Junta de Gobierno.

Periodo 1926-1934 fue reelecto senador por la Séptima Agrupación Provincial, "Ñuble, Concepción y Bío-Bío"; integró la Comisión Permanente de Hacienda, Comercio y Empréstitos Municipales.
El movimiento revolucionario que estalló el 4 de junio de 1932, decretó, el día 6, la disolución del Congreso.

Siguiendo los principios económicos de su padre elaboró y presentó, junto con otros diputados, un proyecto de Banco del Estado.

En 1932 fue nominado como candidato a la presidencia de la República, proclamado por el partido Liberal Unido y apoyado por un sector de liberales democráticos; fue vencido por Arturo Alessandri Palma.

En la administración pública se destacó como ministro de Industria, Obras Públicas y Ferrocarriles, desde el 15 de agosto de 1911 al 23 de enero de 1912 y en el mismo cargo desde el 16 de junio de 1913 al 6 de septiembre de 1914, durante el gobierno de Ramón Barros Luco; en este puesto estudió la situación económica de los Ferrocarriles del Estado, formuló un plan de obras fiscales y la ley de subsidios apropiada para estas obras, por un monto de 2 millones de libras. Además, debido a sus gestiones se dictó la ley N°2.613 que creó el Ministerio de Ferrocarriles integrado al de Industria y Obras Públicas. También en el gobierno de Barros Luco ejerció como ministro subrogante de Guerra y Marina desde 8 al 13 de Octubre de 1913.

Durante la presidencia de Juan Luis Sanfuentes, fue ministro del Interior desde el 20 de noviembre de 1916 al 9 de febrero de 1917, reasumió el 12 de febrero del mismo año hasta el 14 de marzo, finalmente reasumió el 31 de marzo de 1917 hasta el 14 de julio del año citado.

En la primera administración de Arturo Alessandri, fue nombrado como ministro de Hacienda, cargo que ejerció desde el 3 de enero de 1924 al 1o. de febrero del mismo año, y del 20 de julio al 5 de septiembre de 1924, día del movimiento revolucionario.
Luego fue llamado por la Junta de Gobierno de la República Socialista, como ministro de Hacienda, desde el 16 de junio al 16 de agosto de 1932; en este cargo y ante la crítica situación económica del país decidió suspender el pago de la deuda externa.

Ingresó al Círculo Obrero Familiar, del cual llegó a ser miembro honorario. También fue socio de la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA., del Club de La Unión y del Club Concepción.

Falleció en Santiago, el 8 de febrero de 1943.

Ref.: http://biografias.bcn.cl/pags/biografias/detalle_par.php?id=757


jueves, 26 de julio de 2007

Fotos del Recuerdo


Ref.: Libro "Cincuenta años de vida del Liceo de Aplicación. 1892 - 1942

domingo, 22 de julio de 2007

Aplicacionista Destacado


Jorge Meléndez Escobar
Ex Alumno, Profesor, Diputado y Ser Humano Ejemplar


Nació en Santiago el 6 de marzo de 1896. Hijo de José Luis Meléndez y de Ercilia Escobar Campaña. Casado, en Santiago, el 30 de diciembre de 1938, con Ana Acevedo Davenport Hinojosa, sin hijos. Estudió en el Liceo de Aplicación y se tituló en el Instituto Superior de Comercio.
Realizó cursos de Economía Política y Publicidad en la Universidad de Chile; dibujo y pintura en forma particular, y de dibujo industrial en las escuelas de la Sociedad de Fomento Fabril. Desde 1914 a 1916, fue profesor en las Escuelas Nocturnas para Obreros “Manuel Rodríguez” y en el Liceo de Aplicación.
Se desempeñó en la Caja Nacional de Ahorros, institución que luego sería el Banco del Estado de Chile, en este lugar fue Jefe del Departamento de Prensa y Propaganda, entre 1915 y 1949. Trabajó desde su fundación en el diario “La Nación”; fue caricaturista de las revistas “Zig Zag” y “El Corre-Vuela”. Dirigió durante un tiempo la revista humorística “El Picarón”; colaboró en “El Imparcial”, “El Mercurio”, etc. En 1913 y 1921 realizó exposiciones con sus caricaturas y dibujos.
Militó en el Partido Independiente. Fundador del Movimiento Independiente y de la Acción Renovadora de Chile en 1949. Fue elegido diputado por la 7ª Agrupación Departamental de Santiago, primer distrito, en el periodos de 1949 a 1953 y de 1953 a 1957. En el primer periodo formó parte de los comités de Defensa Nacional y Educación Pública, En su segundo periodo integró las comisiones de Relaciones Exteriores y Policía Interior y Reglamento.
Presidente y fundador del Bando de Piedad de Chile entre 1919 y 1950, y de la Casa del Estudiante Americano desde 1950 en adelante. Presidente honorario de la Sociedad Protectora de Animales “Benjamín Vicuña Mackenna”, desde 1916 a 1978; del Instituto Chileno Brasilero de Cultura desde 1959 a 1979. Consejero honorario de la Sociedad de Instrucción Primaria desde 1923 en adelante. Socio honorario del Rotary Club de Santiago, del que fue secretario, director y presidente entre los años 1970 y 1971. Rector honorario del Saint Rose School. Director efectivo de la Junta de Beneficencia Escolar.
Participó en numerosas asociaciones y mutuales: Asociación de Jubilados de Chile, Sociedad de Artesanos La Unión, Sociedad Fermín Vivaceta, Sociedad Figueroa Alcorta, Sociedad Juan Miguel Dávila Baeza, Sociedad Unión de Peluqueros, Sociedad Unión de Tipógrafos, Sociedad Igualdad y Trabajo, Sociedad Empleados de Comercio, Círculo de Jubilados de la Prensa, Sociedad Estrella Chilena de Señoras, Sociedad Gremio del Abasto, Sociedad La Unión Nacional, Asociación Luis A. Soto, Mutual Población Polígono, Sociedad Protección de la Mujer, Centro Social Obrero Santísimo Sacramento, Asociación de Jubilados del Banco del Estado, Asociación Mutualista de Jubilados de las Fuerzas Armadas Arturo Prat de Valparaíso, Federación Provincial Mutualista de Santiago, Confederación Mutualista de Chile, Liga de Estudiantes Pobres, Patronato Nacional de la Infancia, Comité de Amigos de la Araucanía, Junta de Vecinos de la 4ª Comuna, Liga Nacional contra el Alcoholismo, Instituto Chileno de Conmemoración Histórica.
Autor de las obras “Educación de la Juventud. Protección de los animales” (Santiago, Imp. Selecta, 1919), este libro fue premiado en un concurso público en 1917, y declarado texto auxiliar de lectura por el Gobierno; “Ahorro y caridad” (Santiago, Imp. Universitaria, 1932); “Siembra y cosecharás amor” (Santiago, Imp. Barcelona, 1981). Además, fue distinguido por su trabajo “La cartilla del ahorro”, en la Primera Conferencia del Ahorro celebrada en 1915.
Ciudadano honorario de San Antonio, Texas, Estados Unidos. Socio benemérito de la Sociedad Científica de Chile en 1956; socio honorario de la Cruz Roja de Chile. La Universidad de Investigaciones de Andbra, de la India, le otorgó el título honorífico de “Diputado pro canciller”, adscrito al Cuerpo Académico Chileno. En 1921, fue nombrado secretario del Comité Pro Reacción Municipal. Fue condecorado con la Orden del Cóndor de los Andes de Bolivia, Orden José Gabriel Duque de Panamá, Orden Do Cruzeiro do Sul de Brasil en 1970, medalla de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, medalla por su labor de bien público de la Municipalidad de Santiago en 1976. Murió en Santiago el 19 de marzo de 1984.

Para tener una visión aún más amplia de sus valores y actuaciones en bién del prójimo, los invito a leer un artículo en http://huilliche.blogspot.com/ , donde lo describe quién lo conoció personalmente.

viernes, 20 de julio de 2007

Rector del Liceo de Aplicación Dr.Guillermo Mann

Guillermo Mann Oldermann
(1904 – 1914)

En 1903 el Ministro de Chile en Alemania, don Francisco Antonio Pinto, por encargo del Gobierno contrató los servicios del doctor en Filosofía de la Universidad de Frankfurt, don Guillermo Mann Oldermann. En el artículo 1º del contrato establece:

“El doctor Mann se compromete a trasladarse a Chile para desempeñar la clase de Pedagogía, Psicología y Lógica en el Instituto Pedagógico de Santiago. El Dr. Mann se compromete a desempeñar también el puesto de Rector del Liceo de Aplicación en el caso de que el Consejo de Instrucción Pública lo designe para ese puesto”

De acuerdo con esta disposición, el Ministro de Instrucción Pública decretó el nombramiento del Dr. Mann para el cargo de Rector del Liceo de Aplicación, con fecha 22 de Diciembre de 1903.

Legó el Dr. Mann muy joven a Chile y tomó con todo entusiasmo las labores que el Supremo Gobierno le encomendó. Representaba las más modernas teorías pedagógicas imperantes, entonces en Europa, y el Liceo, cuya dirección se le confiaba, iba a ser para él un campo excelente para aplicar las nuevas tendencias.

El Dr. Mann sostenía que había que conseguir un verdadero realismo de la educación. Podríamos decir un naturalismo de la práctica pedagógica. Para eso era necesario conseguir que el alumno entrara, en cuanto fuera posible, en contacto directo con la realidad, que debe aprender a conocer, ya que forma en el fondo la materia de su estudio.

No solo un cambio metodológico de la enseñanza proponía el Dr. Mann, además, una elevación del nivel moral de la educación. La pedagogía, por él representada, creía en la consecución de tal aspecto como una consecuencia del planteamiento general de la actitud del alumno en el trabajo escolar, lo induzca a una mejor disciplina, conseguida como un resultado de su incorporación a los intereses reales de la escuela.

De acuerdo con esto, la disciplina debe ser conseguida como un producto de la actividad misma escolar. La autodisciplina es un ideal que está próximo a ser alcanzado, si se ha sabido guiar el trabajo escolar dentro de las normas de la apreciación de las materias, de acuerdo con el grado de desarrollo del niño.

“El cumplimiento concienzudo de los reglamentos que rigen la actividad o las circunstancias materiales del colegio, la subordinación del individuo a los intereses de la colectividad, las relaciones de ayuda mutua y de amistad entre los compañeros, la apreciación justa de los alumnos, basadas únicamente sobre las cualidades internas de su personalidad, y, más que todo, una atmósfera de confianza en que el educador representa para los jóvenes el consejero paternal y el modelo que tratan de igualar; tales son los factores que desarrollan en la escuela un espíritu verdaderamente educativo.

Influencias morales de esta clase, fluyen de un modo directo del trabajo ordinario y de la vida práctica del educando, modelan, sin duda, vigorosamente la personalidad más que enseñanzas de ídole teórica”

Sobre estos principios que, como ya hemos dicho caían en excelente terreno, basó el Dr. Mann la labor educativa que debía desarrollar en el Liceo de Aplicación durante su rectorado.

Encontró en el profesorado, excelentes colaboradores, que siempre dispuestos al progreso de la enseñanza, recogieron la teoría del distinguido maestro alemán y la aplicaron concienzudamente a la realidad del niño chileno. El Liceo continuó su esfuerzo para ponerse en el grado de adelanto pedagógico que de él se exigía y, puede decirse que, durante esta época, la marcha hacia la consecución de una pedagogía nacional, recibió en el Liceo de Aplicación, uno de sus más vigorosos impulsos.


Ref.: Cincuenta Años de Vida del Liceo de Aplicación 1892 – 1942 . Francisco Salazar – José Navarro.

martes, 17 de julio de 2007

Rector del Liceo de Aplicación Dr.Rodolfo Lenz

RODOLFO LENZ TAUZIGER
Rector Interino
25 de Agosto 1902 – 22 de Diciembre de 1903


Retirado del Liceo el Dr. Schneider ocupó la rectoría en carácter interino el Dr. Rodolfo Lenz.

El Dr. Lenz había llegado a Chile, contratado para la enseñanza de idiomas en el Instituto Pedagógico. Había obtenido su doctorado en la Universidad de Bonn y sus notables condiciones de filólogo lo habían hecho distinguirse desde muy temprano en las principales instituciones universitarias europeas.

Desde la iniciación de sus labores docentes en Chile, demostró su valer cultural y se constituyó en el organizador de la enseñanza de idiomas en nuestro país. Redactó los programas y formuló los planes de enseñanza de esta asignatura. Planteó el nuevo método didáctico y como director de la práctica de los alumnos dejó una huella profunda y definitiva.

El Liceo había crecido grandemente desde su fundación, y este desarrollo había coincidido con la ampliación de cursos y actividades del Instituto Pedagógico, del cual era anexo. El Liceo, poseía ya diez cursos de humanidades y su matrícula llegaba al máximo de alumnos que podía contener dadas sus deficientes condiciones de instalación material. En 1903 había en el establecimiento 359 alumnos, y no había sido posible, como en años anteriores, admitir a muchos que solicitaban ser incorporados a sus distintos cursos.

El Liceo ocupaba, como ya se ha dicho, algunas salas del Pedagógico. Además había sido necesario arrendar dos casas contiguas (Alameda 2259 y 2277) comunicadas con los patios del Liceo y con la casa arrendada en San Miguel (hoy Ricardo Cummnig).

El 22 de Diciembre de 1903, el Dr. Rodolfo Lenz entregaba la rectoría del colegio al Dr. Guillermo Mann, que había sido contratado ese año en Alemania para servir los cargos de Profesor de Pedagogía del Instituto Pedagógico y rector del Liceo de Aplicación.
Ref.: Cincuenta años de Vida del Liceo de Aplicación 1892 - 1942. Francisco Salazar - José Navarro

sábado, 14 de julio de 2007

Aniversario 115 del Liceo de Aplicación

El Viernes 13 de Julio se llevó a cabo la ceremonia donde se conmemoró el aniversario 115 de la fundación del Liceo de Aplicación.

La ceremonia estuvo encabezada por su director, don Eusebio Milla Elgueta.

En el transcurso del acto, los ex alumnos del 4A de 1971, una vez más recordamos a nuestros antiguos compañeros ya fallecidos, Gastón Nuñez Otero y Dagoberto San Martín Vergara, en cuya memoria hemos instituido dos becas, que son entregadas a alumnos del liceo, con buen desempeño escolar y marcados valores aplicacionistas.

Los becarios del año 2007 son Rafael Andrés Pérez Riffo y Manuel Alejandro Cortés Riquelme, quienes recibieron sus diplomas, además del estímulo económico correspondiente a los cinco primeros meses de este año.

Entregaron los diplomas, los padres de Dagoberto San Martín y hermano de Gastón Nuñez.
Durante la ceremonia se dirigió a los presentes a nombre de los ex alumnos del 4A-1971, el ex alumno Patricio Gálvez Castro, quién realizó una reseña de sus antiguos profesores, a quienes recordó con profundo agradecimiento por su enseñanzas, muchas de ellas mas allá de lo formal.


Posteriormente, se dirigió al público presente, el ex alumno Gabriél Araya González, para manifestar que a nombre de sus compañeros del 4A-1971, donaban un computador portátil para las labores de docencia del Liceo.
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Himno Liceo de Aplicación

Himno del Liceo con todas sus estrofas.
(hacer click sobre pergamino para agrandar imagen)

jueves, 12 de julio de 2007

Primer Rector del Liceo de Aplicación

Jorge Enrique Schneider
Fundador
Primer Rector del Liceo de Aplicación
( 1892 - 1902)

Los Orígenes del Liceo de Aplicación

Jorge Enrique Schneider y los orígenes del Liceo de Aplicación

Los primeros esfuerzos para la creación del Liceo de Aplicación se deben al Dr. Jorge Schneider. El Dr. Schneider había sido contratado para dictar en el Instituto Pedagógico, recién fundado, las cátedras de Filosofía y Pedagogía.

Antes de venir a Chile se había distinguido en Europa por sus estudios científicos y filosóficos y gozaba de un bien ganado renombre en los principales centros culturales del Viejo Continente. Dotado de una inteligencia amplia y serena, sus estudios poseían la solidez y originalidad del verdadero investigador. Su erudición y al mismo tiempo, el intenso empleo del método experimental le daban el prestigio de un hombre de ciencia de verdad. Sus investigaciones acerca de la voluntad animal habían sido reconocidas en los círculos científicos como aportes originales y novedosos de la ciencia filosófica. Hombres eminentes de su época como Wundt, Ribot, Preyer, Haeckel, veían en sus obras un aporte decisivo en el progreso de la filosofía científica.

Entre el gran número de obras publicadas por Schneider, cabe destacar los que alcanzaron mayor difusión. Ellos son “La voluntad animal”, Leipzig 1880; “La voluntad humana”, Berlín 1882; y “Placer y dolor del género humano”, Stuttgart 1883.

En sus obras hizo un amplio empleo del método empírico de la filosofía. Desechaba todo aquello que constituye mera reflexión especulativa y trataba de construir por medio del estudio detenido de la realidad material, la base de las afirmaciones fundamentales del espíritu.

Con un completo conocimiento de la teoría de la evolución, aspira a establecer los grados del desarrollo psíquico mediante el empleo del método comparativo aplicado a la consideración de los fenómenos mentales de los seres inferiores y superiores. Le preocupó igualmente la relación entre los fenómenos físicos y psíquicos, tratando de desentrañar la eterna incógnita que encierra la naturaleza del alma.

Sus trabajos inspirados en la unidad de los procesos que condicionan la vida, lo llevan a concusiones interesantísimas, que, aunque superadas hoy día, constituyen un punto de partida para el estudio sistemático referente a esta materia.

En su aspecto ético, la filosofía de Schneider es optimista y constructiva. Las concepciones teóricas y especulativas del hombre, deben ser base de su vida práctica, puesto que es el hombre mismo quién condiciona el desarrollo de la vida. La responsabilidad del hombre es grande. Debe afrontar constantemente la revisión de sus hábitos y obtener de este análisis la continuación de su marcha progresista. El deber nos lleva a la felicidad que consiste esencialmente en la elevación de las manifestaciones de la vida.

El género humano se perfecciona a base de esta vigilancia del espíritu sobre sí mismo, que le permite evitar la rutina y ennoblecerse y luego, verse.

Resumiendo el sentido de su filosofía, dice don Guillermo Mann:

“Estudiando las obras de Jorge Enrique Schneider, se obtiene la impresión de que el autor ha sido un hombre eminentemente activo. En todas partes se siente que no sólo un interés teórico, el instinto del sabio, lo ha conducido a la filosofía, que su ideal no era la investigación por amor al mero conocimiento, sino que la base, el centro y el fin aspirado eran prácticos y se resumía en la felicidad del hombre”

“Por su filosofía quería intervenir en la vida”
[1]

Las ideas pedagógicas de Schneider concuerdan perfectamente con su concepción filosófica.

Para él la Pedagogía no podía consistir en la mera esquematización de fórmulas teóricas para enseñar. Debía ser ésta, una ciencia basada en el correcto conocimiento del niño como realidad psíquica y como individualidad actuante.

El alumno llega a la escuela en plena actividad mental y en busca de directivas reales para el progreso del espíritu. Reclama vida y requiere comprensión de su inquietud.

De ese bagaje espiritual, propio del niño, deberá tomar el maestro las bases para hacerle descubrir su personalidad y constituir un elemento valioso y capaz de contribuir con éxito al progreso social.

La idea de Schneider al hacerse cargo de su cátedra en el Instituto Pedagógico fue la de construir una corriente educacional inspirada en los principios de la actividad. El se rebelaba contra todo lo que constituía formulismo o exagerada teorización. Por esta razón no podía concebir un curso de Pedagogía, destinado a los profesores secundarios, que quedara encuadrado en los marcos estrechos que alcanza una clase teórica.

El maestro secundario, sólo podría aprender a enseñar si adquiría su método junto a la realidad de un curso en acción.

En el artículo 14 del Plan de Estudios del Instituto Pedagógico, que se refiere a la cátedra de Pedagogía, hizo incluir como parte integrante del tercer año de estudios las lecciones prácticas como un complemento necesario de las clases teóricas de los primeros años
[2].

El aspirante al profesorado debía ponerse en contacto directo con la realidad que iba a encontrar en los liceos en que deberá ejercer el magisterio. Debía observar las clases y tomar el curso cuando el profesor lo creyera oportuno.

Cabe decir que se dio al Dr. Schneider la idea de que los alumnos del Pedagógico asistieran a clases del Instituto Nacional, pero esta idea fue desechada.

El Dr. Schneider apreciaba en todo su valer la importancia de la reforma del sistema educacional chileno y creía conveniente que la nueva generación de profesores se compenetrara en forma absoluta de los nuevos métodos haciendo la práctica en un establecimiento donde se controlara totalmente la realización de la clase a la manera científica moderna.

Consideraba como algo indispensable para el correcto conocimiento de la pedagogía en sí misma, la creación de un liceo de aplicación práctica, anexo al Instituto Pedagógico. Así lo hizo ver desde la iniciación de las clases de dicho Instituto. Formalizó esta petición en Consejo de Profesores del 10 de Octubre de 1890 y fue encargado de redactar un proyecto sobre esta materia. El Dr. Federico Johow, Director, entonces, del Instituto Pedagógico, acogió la idea con entusiasmo y realizó todos los trámites para llevarla a la práctica.

Propuso al Ministro de Instrucción Pública invertir en esa fundación una parte de los fondos que se destinaban para útiles de enseñanza; pero, suprimido ese ítem, en 1981, no fue posible hacer nada ese año a favor de la idea del Dr. Schneider.

Más, el profesor de Pedagogía, no era hombre que dejara abandonada una idea al presentársele dificultades e insistió con ejemplar perseverancia en su proyecto. Hizo ver, además, que en 1892 el primer curso del Instituto Pedagógico alcanzará el final de su preparación y que en toda la obra realizada adolecería de un grave defecto, al no incluirse en sus estudios el aspecto práctico de la enseñanza. Como la principal dificultad era de carácter económico, ideo la manera para que la realización de su proyecto no resultara oneroso para el Estado. Propuso entonces que se abriera un solo curso de aplicación con un solo año de humanidades. Los alumnos matriculados en este curso continuarían hasta completar sus estudios sin crearse otros. De esta manera los jóvenes podrían ser atendidos sin necesidad de costosas instalaciones y sin tener que contratar personal, puesto que las clases serían servidas por profesores del Pedagógico en demostraciones prácticas, complemento obligado de sus funciones, y por alumnos del tercer año controlados por el profesor de Pedagogía.

Presentadas estas ideas al Rector de la Universidad por el Director del Pedagógico fueron ellas sometidas a la consideración del Consejo de Instrucción Pública. Este organismo les prestó su aprobación y en sesión de 14 de Diciembre de 1981 se aprobó la iniciación de un curso de aplicación práctica, anexo al Instituto Pedagógico, que debería iniciar sus actividades en el año 1892.

La idea del Dr. Schneider habría sido, desde un principio, como ya se ha dicho, la de crear un liceo completo, y solo ante la situación económica del Estado cedió para crear un solo curso. Sin embargo, en su opinión, para poder responder del buen éxito de la obra era necesario que se le diera las atribuciones e independencia correspondientes a la de un rector. Lo hizo ver así al Director del Instituto Pedagógico, pero esto sólo pudo prometer buenamente darle toda clase de facilidades para el desempeño de su cargo. No contento con esto el Dr. Schneider planteo el problema en una sesión especial del Consejo de Profesores del Instituto Pedagógico.

La cuestión hubo de ser resuelta, por último, por el Rector de la Universidad, el cual declaró en oficio de 18 de Marzo de 1892 dirigido al Director de Instituto Pedagógico. :

“A fin de disipar cualquier duda acerca del carácter que tiene el curso de aplicación del Instituto Pedagógico, creo conveniente advertir a Ud que dicho curso anexo al establecimiento que Ud dirige, se halla en lo relativo a disciplina i réjimen interno sometido a la dirección de UD.- Dios guarde a Ud.-
Joaquín Aguirre.”

De este mismo parecer fue, también, el Ministro de Instrucción Pública, de modo que hubo que contentarse el Dr. Schneider con dirigir el curso, como una obligación de su clase de Pedagogía.

Es necesario dejar constancia que el Dr. Johow dio entero cumplimiento a su palabra en lo relativo a la independencia, de que debía gozar el jefe del curso y colaboró con el cuanto le fue posible. Si no apoyó la idea del Dr. Schneider para constituirse de inmediato en rector, fue ello en atención a las dificultades administrativas que traería consigo tal nombramiento, dificultase que habrían podido poner en peligro la realización misma del proyecto del curso de aplicación.

En estas circunstancias, al Dr. Jorge Enrique Schneider procedió a abrir la matrícula del curso.

Seleccionó a los alumnos con sumo cuidado, vista la importancia pedagógica que habría de tener el funcionamiento del curso. Se informó ampliamente acerca de la preparación general que correspondía a un alumno del primer año de humanidades. Tomó como base las informaciones sobre el nivel de los alumnos en el Instituto Nacional y en el Liceo de Valparaíso. Llegó al fin a la conclusión de que todos los alumnos matriculados, menos uno, sólo podrían realizar con éxito los estudios correspondientes al tercer año preparatoria (último curso preparatorio en aquellos años), por lo que se decidió que el plan que debiera seguirse correspondiera a dicho curso. Informó de ello a los padres y al Director del Pedagógico, sin encontrar dificultades. La sola excepción con relación al plan general, fue la inclusión de la enseñanza de francés.

El curso, que contó con 16 alumnos empezó a funcionar el 28 de Marzo de 1892.

En cuanto al local, se habilitó para su funcionamiento, el salón de la casa de la calle Manuel Rodríguez Nº 54, Esta casa, de propiedad de doña Eudocia Herrera de Sazié, era arrendada por el Fisco para proporcionar habitación a los profesores alemanes solteros contratados por el Pedagógico. Vivían por lo tanto, en aquella misma casa Federico Hanssen, Jorge Enrique Schneider y Hans Steffen. Fuera de las piezas ocupadas por estos profesores, quedaba, como ya se ha dicho, un salón que sirvió para la sala de clases.

En aquella pieza de 6 metros de largo por 4,50 de ancho se habían de dictar las primeras clases del que hoy es una de los más importantes Liceos de la República.

En esa sala considerada pequeña y defectuosa por Schneider y sus colegas, habían de hacer sus primeras armas los alumnos del primer curso del Pedagógico que, al repartirse más tarde, por todos los liceos del país, llevarían consigo las nuevas tendencias, los nuevos métodos y el nuevo espíritu de la enseñanza secundaria chilena.

El maestro de Pedagogía, que fundamentaba su enseñanza en una filosofía basada, como algo indispensable, en la experiencia, no desmayó ante las dificultades materiales y con el ahínco propio del apóstol de una buena causa, inició la enseñanza de esos primeros dieciséis muchachos que, entre asustados y curiosos contemplaban a aquel alemán rígido en sus maneras, pero profundamente bondadoso en sus actos e ideas. El aspecto severo y adusto de hombre autoritario, enmarcado en oscura barba, se traicionaba sin embargo, en sus ojos vivaces y compasivos, que parecían esconderse detrás de sus lentes, para ocultar la bondad de alma, que formaba la verdadera personalidad del maestro.


Ref.: Cincuenta años de vida del Liceo de Aplicación.
1892 – 1942. Francisco Salazar – José Navarro.


[1] Wilhem Mann: Jorge Enrique Schneider. Su acción en el progreso de la Filosofía . Discurso pronunciado en la sesión inaugural del “Centro de Ex – Alumnos del Liceo de Aplicación”, el 29 de Julio de 1905. Santiago Chile, Imp. Cervantes, 1905.
[2] El Plan de Estudios estableció:
Art. 14.- El programa de la Pedagogía comprenderá:
Primer año: Antropología, es decir, fisiología de los sentidos.
Psicología Experimental. Teoría sobre el desarrollo individual. Metodología de la enseñanza.
Segundo Año: Historia de la Pedagogía.
Tercer Año: Pedagogía de las escuelas secundarias. Lecciones prácticas.

domingo, 8 de julio de 2007

Fotos del Recuerdo

Alumnos del curso Quinta Preparatoria 1964, profesor Hernán González Q.


Apoderados del curso Quinta Preparatoria 1964, profesor Hernán González Q., tomada en patio de Cumming 29.

sábado, 7 de julio de 2007

Profesor Julio César Jobet

Profesor de Historia y Geografía

Nació en la aldea de Perquenco en 1912 en la provincia de Cautín, descendiente de agricultores franceses y españoles que llegaron a colonizar la frontera durante el siglo XIX. Luego de cursar sus estudios secundarios en el Liceo de Hombres de Temuco, ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile recibiéndose en 1938 como profesor de historia, geografía y educación cívica. Contrajo matrimonio con Elisa Rodríguez Muñoz con quien formó su familia de la cual Gastón Jobet Rodríguez sería su único hijo.

Más tarde ejerció la docencia en distintos liceos del país, entre ellos el Liceo de Aplicación, llegando a ocupar un prestigioso lugar entre los académicos de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile. Colaborador de diversas publicaciones, revistas y folletos, Jobet se convirtió en un emblemático representante del Partido Socialista. Se definió a sí mismo como un “socialista humanista, como un defensor del afianzamiento y la extensión de la democracia, por medio de la implantación de la justicia social y de la libertad”, su obra historiográfica da fiel reflejo de su compromiso militante.

Sus estudios de enseñanza secundaria en un liceo fiscal y posteriormente su opción por los estudios de Historia en el Instituto Pedagógico marcaron de un modo que estimamos decisivo su trayectoria intelectual y política. El liceo fue una institución clave en la formación de la clase media profesional en Chile y en la formación de los futuros funcionarios públicos.Su enseñanza gratuita, dado su carácter estatal y sus contenidos disciplinarios críticos, su discurso laicista en una sociedad tradicionalmente católica fueron la contrapartida de los colegios católicos donde se formaban los hijos de la oligarquía. La opción por los estudios de Historia conducían en esos años directamente al ejercicios del magisterio secundario en los liceos fiscales. En ese plantel universitario, muchos de los maestros de Jobet, como es el caso del profesor Guillermo Feliú Cruz se identificaban con el ideario del Partido Radical o eran miembros de este partido mesocrático que en las tres últimas décadas del siglo XIX libró una lucha intransigente por el Estado Docente, por una educación científica, por la tolerancia ideológica y religiosa y en pro de los derechos democráticos, en contra del conservatismo y la Iglesia Católica que se oponían al proyecto de la Modernidad.

El ambiente intelectual del Pedagógico que se caracterizó por el diálogo la discusión académica entre profesores y estudiantes, influyeron en el joven estudiante Julio César Jobet, en su opción política y en la formación de sus convicciones democráticas y libertarias. Una de las vertientes de su discurso fue inspirada en esa cultura laica y democrática del liceo y la influencia de los maestros que le daban la dirección intelectual a la enseñanza del Instituto Pedagógico. En este espacio cultural se situaba la francmasonería chilena muy vinculada al Partido Radical. No tenemos antecedentes fidedignos de la pertenencia de Julio César Jobet a esta organización cuyo órgano de difusión fue la Revista “Occidente” en la que J.C. Jobet colaboró periódicamente desde 1949, aunque su posible membresía en ésta, no nos resultaría extraña. Salvador Allende y muchas figuras históricas fundacionales del Partido Socialista chileno pertenecieron a la Masonería. Entre el grupo fundador del Partido Socialista, podemos mencionar Eugenio Matte Hurtado quién ocupó el cargo de Gran Maestre de la Masonería chilena.

En 1942 se publicó su tesis de grado para titularse como profesor de Estado en Historia y Geografía: Santiago Arcos Arlegui y la “Sociedad de la Igualdad”: un socialista utópico chileno . Ejerció como profesor de Historia y Geografía en Liceos de Santiago y de provincia. Posteriormente ocupó cargos docentes temporales en la Universidad de Chile. Durante sus estudios universitarios Jobet participó activamente en el movimiento estudiantil organizado a través de la legendaria Federación de Estudiantes de Chile (FECH). Esta organización que se puso a la cabeza de movilización del un amplio movimiento ciudadano qué logró la caída de la dictadura policial del General Carlos Ibáñez del Campo en 1930. Julio César Jobet perteneció a la llamada Generación de los años 30 , la cual tuvo una significativa influencia en la política y en la cultura de esa década, dándole dirección a los movimientos sociales y políticos que se alzaron en contra del orden oligárquico. La crisis mundial de 1920- 30 se hizo sentir en Chile con la caída del precio de los productos chilenos de exportación cobre y salitre lo cual trajo consigo un aumento dramático del desempleo y con ello el cierre de un muchas oficinas salitreras.

Julio César Jobet participó en las acciones de apoyo popular a la efímera Republica Socialista instaurada en 1932 y posteriormente en el proceso de unificación de diferentes grupos socialistas que dieron origen en 1933 al Partido Socialista de Chile. Julio César Jobet llegó a ser miembro de su Comité Central en diferentes períodos y contribuyó con la publicación de sus trabajos históricos sobre el socialismo chileno y sobre la teoría marxista a perfilar en la opinión pública la identidad de un Partido socialista con un discurso marxista crítico enraizado en la realidad chilena y latinoamericana y con una amplia convocatoria popular, que lo diferenció tanto del sectarismo del Partido Comunista chileno, como del socialismo europeo de la II Internacional. Su opción por el socialismo y su rechazo tanto del comunismo stalinista como el comunismo trotskista, se arraigaban en sus convicciones democráticas profundas, en su comprensión de que el discurso socialista debería articularse a los contenidos democráticos radicales del liberalismo clásico. Es importante destacar que Julio César Jobet siempre se mantuvo a discreta distancia de las tendencias que desde su fundación escindieron al Partido Socialista y de las posiciones ideológicas radicalizadas de la izquierda del PS durante el Gobierno de la Unidad Popular. Fue un intelectual que se caracterizó por su gran modestia y que nunca se esforzó por iniciar una carrera política ni le interesó la figuración pública. Falleció en 1980 y nos dejó su último artículo con un sugestivo título: Despedida melancólica.

El “Ensayo crítico ” de J.C. Jobet aparece en una coyuntura política signada por la “Guerra Fría” y por una coyuntura económica difícil. El gobierno del Partido Radical de González Videla estaba en su postrimería. González Videla se integró a la política y estrategia de la “Guerra Fría” diseñada por la administración norteamericana, la que en América Latina se expresó en una acción conjunta para combatir a una supuesta amenaza del comunismo internacional y soviético que se suponía dispuesto a apoyar una posible subversión revolucionaria en la región. El gobierno radical de Gónzalez Videla contando el apoyo de la derecha, del Partido Radical y de algunos votos disidentes del Partido Socialista promulgó en 1948 la “Ley de Defensa Permanente de la Democracia” mediante la cual se proscribió al Partido Comunista (PC) de la vida pública y se le quitó a sus miembros el ejercicio de sus derechos ciudadanos.

Esta legislación facultó al gobierno para reprimir con cárcel, con internación en el campo de concentración de Pisagua, o con deportación a los miembros del Partido comunista o a supuestos simpatizantes comunistas. La persecución a los comunistas, y a todos aquellas personas supuestamente sospechosa de servir a la causa del comunismo crearon un sentimiento de temor y de recelo en el movimiento obrero y en los círculos académicos. Jobet tuvo el coraje de lanzar su trabajo crítico en un período precisamente desfavorable para la actividad intelectual crítica y para el debate público de las ideas. Este clima de crisis política, de desesperanza por el fracaso de la clase política y de todas las corrientes ideológicas para solucionar los graves problemas del país está registrada en el ensayo. La protesta ciudadana se generalizaba por el alza del costo de la vida y la inflación galopante. Se hablaba ya de una crisis orgánica que abarcaba a todas las dimensiones del sistema. En este escenario se propagaba una sensación de que las clases dirigentes se habían agotado, y que no tenían un proyecto histórico de desarrollo.

Su amplia producción literaria quedó consagrada en las páginas de sus obras más emblemáticas: Los fundamentos del marxismo (1939); Santiago Arcos Arlegui y la sociedad de la Igualdad: Un socialista utopista Chileno (1942); Ensayo crítico del desarrollo económico-social de Chile (1951); Luis Emilio Recabarren: los orígenes del movimiento obrero y del socialismo chileno (1955); Los precursores del pensamiento social de Chile (1956); y El Partido Socialista de Chile (1971).

Desde 1973 una severa trombosis marcó sus últimos años, sin embargo, no le impidió participar en foros historiográficos y en el proceso de reconstrucción del Partido Socialista. Tras su muerte en 1980 su figura se recuerda como la de un destacado profesor, historiador, intelectual y filósofo, analista literario y escritor, que entregó en vida decenas de publicaciones de las cuales presentamos una breve selección crítica y literaria.

http://www.discurso.aau.dk/dec%2006%20no10/Sociedad%20y%20discurso%20Nr.10-final/Hugo-Jobet.pdf
http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/dest.asp?id=prehistsocialjobet
www.salvador-allende.cl/Biblioteca/Jobet1.pdf

miércoles, 4 de julio de 2007

El Liceo de Aplicación y su historia

El Liceo de Aplicación y su historia a 1996.

Con 104 años de vida y en los últimos 50 años el Liceo de Aplicación ha vivido un periodo de una magnitud desconocida por la ciudadanía.

Concluía el periodo político el Presidente Gabriel González Videla y nuestro Liceo estaba acéfalo con el desaparecimiento del antiguo Rector, colega de Física, don Matías González Rioseco.

Aspiraba a la Rectoría, en esos momentos, el antiguo profesor de Historia, abogado y posteriormente Senador por Tarapacá don Guillermo Izquierdo Araya. Las circunstancias políticas de aquella época y los movimientos sociales y gremiales, llevaron a pronunciarse al Ejecutivo por el candidato a la Rectoría del Liceo de Valparaíso, don PEDRO CONTRERAS VALDERRAMA A quien el Supremo Gobierno, conociendo una vida entregada en Chillan y posteriormente en Valparaíso a la Educación, lo distinguía con la Dirección de uno de los Liceos mas importantes del país, nuestro octogenario Establecimiento.

El Liceo experimento una participación activa en los eventos que en la época, la sociedad y las instituciones nacionales e internacionales lo invitaban a colaborar. Bajo la conducción de don Pedro Contreras, las Universidades se vieron enriquecidas con una legión de futuros profesionales de primera calidad.

El incentivo hacia el Profesorado, los trienios y las cátedras, hicieron de nuestra octogenaria casona, el Liceo mas apetecido por las autoridades. Nuevamente don Pedro era el centro de la sociedad santiaguina. Prodigaba las aulas de su Liceo a los mejores educadores.

Profesores de Castellano, entre otros, era el presidente de los taquígrafos del Congreso Nacional, don Francisco Salazar, fundador de la Universidad de Temuco; don Enrique Cañas Flores, Diputado, Periodista, etc, don Guillermo Izquierdo Araya, Senador, abogado, periodista, autor de textos, etc, en Matemáticas, el Director del Observatorio Astronómico de la UNIVERSIDAD DE CHILE, don Mario Dujisin Kartulovic, en dibujo don Eliseo Otaiza, perito calígrafo de la Corte Suprema; en la asignatura de Ingles don Guillermo Gandarillas, abogado de la Contraloría General de la Republica, autor de Textos de Educación Cívica y Economía Política junto con el Senador Guillermo Izquierdo; en Matemáticas, don Álvaro Tobar, catedrático universitario y creador de Escuelas Nacionales de Victoria y Antofagasta, creador de la Escuela de Ingenieros Forestales de Victoria; en Historia y Geografía don Julio Cesar Jobet, catedrático de la Universidad de Chile, Ministro en Yugoeslavia; profesor de Historia, Geografía Ec. Política y Educación Cívica el Tri-Ministro; del Trabajo, de Justicia y de Hacienda, don Oscar Herrera Palacios.

En realidad son muchos mas los Profesores con una excelencia académica dignas de ser realzadas, a quienes les cupo dirigir como gran "Capitán" del Enorme Barco que es y ha sido nuestro Liceo, don Pedro. Pero vale la pena manifestar que los Consejos de Profesores con la presencia de estos catedráticos, eran enriquecidos también con la participación de los profesores, Escritores de Artes Plásticas don Manuel Soto Morales, conocido como Lautaro Yancas y don Leoncio Guerrero, autor nacional de numerosos libros y novelas.

Otro detalle digno de considerar, era el de sentirse don Pedro como Presidente del Colegio de Rectores, ya que en los Consejos, también asistían como miembros de el, el profesor de Química, don Jaime Petit Breuille Osorio, Rector del Liceo Nocturno N*7 de Nuñoa; Napoleón Tauler, Rector del Liceo Nocturno, José Manuel Balmaceda, profesor de Filosofía; Rector del Liceo Nocturno La Granja el autor de este articulo, Profesor de Historia, Geografía, Ed. Cívica del Aplicación, Ladín Canto Ibarra; profesor de Castellano Jorge Espinoza, Presidente de la Sociedad Nacional de Profesores S.O.N.A.P, etc, etc.

El periodo del Patriarca Educacional don Pedro Contreras, tuvo a nivel internacional una culminación de su labor al recibir en el seno del Liceo a uno de los mas famosos Presidentes de la ONU, don José Maza Fernández en 1956, Ex-alumno del Liceo, Ministro, parlamentario, abogado, periodista, etc, etc, pocas instituciones como nuestro Liceo ostentaron tantos honores por la participación en la vida publica.

Corria el año 1975, nuevamente el Liceo sufría el alejamiento de su Jefe Máximo, llegando a asumir, el antiguo Inspector del Instituto Nacional, don Manuel Pavez Orellana. Daba la impresión que nuestra ya centenaria institución, estaba experimentando la presencia de un motor con todas sus bondades a un viejo carruaje que era el Establecimiento.

Todo el Liceo tomo el movimiento y se hermoseo desde su frontis hasta el mobiliario. El Centro de Ex-alumnos fue reorganizado bajo su iniciativa. Se iniciaron los nuevos Registros con un Libro de Inscripción. Manuel Pavez, como nuevo Rector del Aplicación fue homenajeado por las autoridades locales y por el poder Judicial, donde gran parte de los Magistrados de las Cortes eran Ex-alumnos de nuestro Establecimiento. Manuel fue incorporado a la Cofradía Aplicacionista ya que la camiseta la llevo junto a su corazón.

El entusiasmo por hacer cosas y tenerlo todo, lo hizo un día expresarse de la carencia de piano, para su Liceo. Su queja la oímos la Directiva del Centro de Ex-alumnos y de inmediato hubo una reacción silenciosa. Al día siguiente, aparecían dos pianos para el Liceo, obsequiados por los Ex-alumnos. Manuel Pavez, renovó el Establecimiento. Comprometió a los proveedores de Pintura a la vez que lo hacia con todo el personal de los Servicios Menores. En el plazo de dos meses, la vieja casona de Cumming, tenia otra cara externa e internamente.

El Consejo de los Sub-secretarios de todos los Ministerios del Ejecutivo y que funcionaba los días Lunes a mediodía en la Dirección de Aprovisionamiento del Estado, tuvo que resolver el error administrativo de dedicar tantos dineros a la pintura. Cuando vieron la maravilla como había quedado el Liceo, la expresión fue si que hubiesen Rectores con decisión como el Sr.Paves, todos los Liceos estarían renovados tanto exterior como interiormente.

La Serena, con su Instituto Ingles, entusiasmaron al Rector Manuel Pavez, quien al ganar el Concurso Serénense, dejo nuestro Liceo. Famosa fue la frase acuñada por el popular Choro Saiz, gran profesor de Castellano de la época, "No nos dejo tiempo ni para pelarlo". Así nos tenia ocupados a todos, haciendo lo que decían del establecimiento, "Como tiraba para arriba".

Sucedió el año 1986, Hipólito González Morales que había llegado como el segundo hombre en el equipo de Manuel Pavez, asumió la Rectoría. Se iniciaba una nueva era en 1986. Los conflictos sociales de la época repercutían en los Establecimientos Educacionales. Las tradicionales "tomas", con alumnos usando gorras con pasamontañas y lanzando coktail Molotov en contra de Carabineros, era lo común en la época y debíamos soportar la reacción del alumno ante la nueva Rectoría que deseaba poner disciplina.

El nuevo periodo de los 9 Años fue un tanto conflictivo. Las juventudes eran difíciles de gobernar, pero así y todo el Establecimiento se mantenía, en el lugar dejado anteriormente. El viejo Liceo en este periodo sufrió la desgracia de incendiarse, un 23 de Septiembre de 1986, al mediodía se destruía el Gimnasio, Salón de Actos de Cumming 21, los pianos, mesas de ping-pong, sillas universitarias, etc, etc, fueron reducidas a cenizas. El periodo sufría una herida de muerte y la incomprensión de Apoderados y Alumnos, hizo que no se realizaran las Tradicionales Licenciaturas del Teatro Municipal, durante los tres últimos Años del periodo.

Con anterioridad, en 1987, llegaba al Liceo ocupando el cargo de Sub-director el tercer hombre del Ministerio de Educación por mucho tiempo, el Director de Educación Básica del Ministerio de Educación, don Gastón Cárcamo Vásquez. Conoció todo el sistema educacional de la Enseñanza Media, lo estudio y desde ese momento se transformo en el Reglamento Aplicacionista en persona.

Con don Gastón, el Liceo se vio prestigiado por la presencia de un Varón, Caballero, y con una tradición del Maestro de Cuño y Linaje. El Establecimiento, tuvo su mejor exponente en la defensa de la función del Profesor. Toda acción ejecutada por Don Gastón, tenia el reconocimiento de sus pares y los consejos oportunos, daban finalmente sus frutos. Caballero entre Caballeros, fue siempre Don Gastón, conquistando amigos y discípulos en el desempeño de sus funciones. Nueve Años dirigió la Centenaria Casona Aplicacionista, concluyendo su ciclo al experimentar el desatino manifestado por un sector que no trepido en los medios para desacerbar su voluntad y justificar su alejamiento.

Enero de 1996, la Casa de Schneider, se aprestaba a recibir el nuevo Timonel que ha de conducir el enorme buque, mas allá del año 2000. Fruto de sus constantes estudios de Post-grado, el experimentado dirigente de la antigua Sonap, hoy Colegio de Profesores del Área Oriente, Eusebio Milla Elgueta, ganaba en muy buenas lides, el Concurso Publico de la Dirección del Liceo de Aplicación entre 16 oponentes. Nueve meses han transcurrido desde la iniciación como Director de nuestro Liceo. El antiguo nombre de Rector, ha sido reemplazado por el de Director; pero en nada desmerece la calidad de conductor de quien hoy posee la voz y el mando de nuestra Nave. Imbuido de las nuevas estrategias de los Planes y Programas, de Proyectos Educacionales, etc, Eusebio Milla posee las dotes del buen Capitán que llevara a Puerto Seguro, al CENTENARIO LICEO DE APLICACIÓN.

Ladín Canto Ibarra
Inspector General
Sacado del Anuario del Liceo de Aplicación 1996
http://members.fortunecity.es/caballeroscl/liceos/historia.htm