domingo, 30 de diciembre de 2007

Profesor Destacado

Pedro Humberto Allende Sarón
Premio Nacional de Arte, mención Música 1945

Nació en Santiago en 1885 uno de los más importantes compositores chilenos y que obtuvo el Premio Nacional de Arte mención música, en 1945. Fue hijo de Juan Rafael Allende Astorga, escritor y periodista y de Celia Sarón pianista que influyó artísticamente en sus hijos. Juan Rafael se distinguió como escritor y periodista anticlerical, mientras que a Celia se la describió como una mujer "de origen francés, distinguida pianista y maestra e inspiradora artística de sus hijos"). Estuvo casado con Tegualda Ponce, en quien fue padre de dos hijos: Tegualda e Ikelo.

Su primer contacto con la música se debió a su hermano mayor, Juan Rafael Allende, profesor del Conservatorio Nacional. Más tarde en 1899, ingresó al Conservatorio Nacional de Música, donde fue alumno de los maestros Agustín Reyes, Aurelio Silva, Carlos Debuysère, Enrique Soro, Aurelio Silva, Domingo Brescia, Luigi Stefano Giarda y Federico Stöber, con quienes aprendió teoría, solfeo, violín, piano, violoncello, armonía, contrapunto, fuga y composición.

En 1908 se tituló de profesor, junto con la obtención de los diplomas de de armonía, composición, violín y canto. Dos años después, en el marco de las festividades del Centenario de Chile, participó en un concurso musical y ganó un premio de mil quinientos pesos. En 1912, uno de sus antiguos profesores, Brescia, lo felicitó efusivamente por una composición para orquesta de cuerdas.

A fines de 1910 fue comisionado en viaje de estudios a Europa por el Gobierno de Chile. Estudió los métodos de enseñanza en importantes conservatorios y la organización de la educación musical en las escuelas primarias y secundarias de diversos países. En 1922 y en 1932, le fueron encomendados por el Gobierno chileno misiones similares en Europa y América del Sur. A su regreso, presentó una memoria en que señaló algunas reformas que se introdujeron en el Conservatorio Nacional. Al año siguiente, efectuó un nuevo viaje a Europa, cosechando relevantes triunfos en España.

Fue profesor del Conservatorio Nacional, de la Escuela Normal Nº 1 de Santiago, del Liceo Lastarria, de la Normal Abelardo Núñez, del Liceo de Aplicación, del Liceo Valentín Letelier, entre otros establecimientos.

Como compositor, busco su inspiración en motivos chilenos de carácter campesino y mapuche.
En 1922 fué titulado profesor de Música Vocal en las escuelas públicas, por la Universidad de Chile. En diciembre de este mismo año visitó España. En Madrid tuvo lugar, durante su estancia, un concierto de música chilena, organizado por la Unión Iberoamericana y patrocinado por el Director del Conservatorio de aquella capital, don Tomás Bretón. Se estrenaron en este concierto algunas de las obras de P. H. Allende para conjuntos de cámara. En 1923, en París, fue uno de los fundadores de la Academia Internacional de Bellas Artes.

Invitado por el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual, fundado en París como organismo dependiente de la Sociedad de Naciones, tomó parte en el Primer Congreso Internacional de Artes Populares que se celebró en Praga en 1928. Fue nombrado Vicepresidente de la Sección de Música de este Congreso y miembro permanente de la Comisión Internacional de Artes Populares, constituida a su término, en mérito a la importancia de su contribución como estudioso del folklore. Asimismo se le designó miembro de la Comisión Establecedora de una Bibliografía Científica de la Canción Popular. Antes de regresar a Chile en este viaje, visitó Hungría para estudiar el funcionamiento del Conservatorio de Budapest y del Museo Etnográfico de esta ciudad. Estudios de la misma índole llevó a cabo en Austria, Checoslovaquia, Alemania, Italia, Francia, Bélgica e Inglaterra.

En 1928, P. H. Allende fué nombrado catedrático de Armonía y Composición del Conservatorio Nacional de Chile, cargo que ha desempeñado hasta su jubilación en años recientes. Ha sido igualmente profesor de violín en la Escuela Normal de Preceptoras N° 1, y profesor de música en la Escuela Normal José Abelardo Núñez y en los liceos de Aplicación, Valentín Letelier, José Victorino Lastarria y Javiera Carrera, todos ellos de Santiago.

En 1929, nombrado Huésped de Honor por la Diputación de Barcelona (España), visitó esta ciudad donde se ejecutaron algunas de sus composiciones sinfónicas durante los Festivales de Música Iberoamericana ejecutados en la Exposición Internacional que organizó por entonces el Gobierno español. Conciertos de obras de P. H. Allende se han interpretado en Montevideo (1932 y 1939), Buenos Aires y otras capitales americanas.

Pedro Humberto Allende sintió desde los comienzos de su labor un marcado interés por el folklore musical, tanto aborigen como criollo. Para estudiar y recoger ejemplos del folklore araucano visitó en el sur de Chile las regiones de Nueva Imperial, Boroa y Lepe. Consiguió más tarde que un grupo de músicos mapuches se trasladara a Santiago para grabar en discos una colección de cantos y danzas araucanos, impresa y distribuida con gran éxito por la R.C.A. Victor. Reproducciones de esta colección se conservan en museos etnográficos y de folklore de Europa y América.

Otro aspecto interesante en la labor de este músico, aparte de sus creaciones como compositor, lo representan sus contribuciones a la pedagogía musical. P. H. Allende es autor de varios métodos para la enseñanza de la Armonía y Composición, una "Metodología para la enseñanza del canto escolar", una "Colección de piezas para diferentes grados del estudio del piano", un "Método original de iniciación musical", "Piezas para violín" y "Rondas infantiles", para coro, asimismo de carácter pedagógico. En el catálogo de sus composiciones figuran varias destinadas a la práctica de la educación musical en las escuelas.

Es miembro este músico de la Sociedad Folclórica de Kharkoff, URSS, de la International Society of Composers, Estados Unidos, y de la International Society for Contemporary Music, Inglaterra. En 1941 fué designado Miembro de Honor de la Academia de Bellas Artes de Costa Rica. Recibió el Premio Nacional de Arte, que otorga el Estado chileno, en 1945.

Fue Inspector de Música para las Escuelas Primarias, y por largos años, crítico musical del diario "La Nación". En este aspecto concreto, Adolfo Allende se ha destacado como el crítico de más sólida formación y uno de los mejor orientados en la prensa chilena de nuestros días.

Su obra de compositor es reducida y discontinua. Pero de una excelente calidad, fruto de un espíritu abierto a las últimas tendencias, a las que ha sabido imprimir un sello propio. Sus canciones para voces solistas y para coros, en su mayoría escritas con fines pedagógicos, aquilatan las mejores esencias de su estilo. Singularmente, el álbum titulado "Talagante", para voz y piano.

Como en la producción de su hermano Pedro Humberto, en la de Adolfo Allende se advierte una tendencia nacionalista, que estiliza motivos extraídos del folklore, más del criollo que del araucano, o crea sobre bases idiomáticas derivadas de la música popular chilena.

En la serie de canciones "Talagante", sobre versos de Daniel de la Vega, con la mayor economía de medios consigue una expresión contenida y honda, que acusa una exquisita personalidad musical. La línea melódica, bien perfilada y llena de interés, se desliza sobre armonías de aparente simplicidad y ricas de intención. Como de un músico que ha pasado por la experiencia impresionista, para volver a un claro sentido de la forma sobre firmes bases tonales.

Las melodías y ritmos de esta serie de canciones derivan del folklore criollo, aunque no use motivos directamente tomados de él. Algunas de las canciones se ajustan a formas populares; por ejemplo "La cantarita", una de las más hermosas, que es una tonada binaria (sucesión de tiempos lento y vivo).

La obra pianística de Pedro Humberto Allende hay que situarla rodeada de aquellas composiciones que él conocía y estimaba. Iberia de Isaac Albéniz, los Préludes de Claude Debussy, En Languedoc de Déodat de Séverac. La música de Maurice Ravel lo fascinaba igualmente, en cambio la de Schoenberg la sentía ajena a su sensibilidad. Pero no obstante me obsequió la partitura de Pierrot lunaire cuando yo cumplí 15 años. Al pasarme este regalo noté una admiración por una obra que él estimaba, pero cuyo idioma sonoro le era extraño.

Su modo de pensar tenía sus raíces en los filósofos franceses que prepararon la Revolución de 1789: Voltaire, Diderot, Rousseau, Saint-Simon. Las novelas de Honoré de Balzac, Victor Hugo y Anatole France, especialmente L'ile des pingouins con sus rasgos satíricos, como también los cuentos de Guy de Maupassant constituían su fondo espiritual, racionalista y crítico. La obra literaria de su padre, Juan Rafael Allende, con su componente social y anticlerical, lo marcó profundamente. A ello hay que agregar su interés por las ciencias exactas: la física y la matemática que lo conducían a estudiar las leyes de la acústica.

Su lenguaje musical inconfundible se encuentra ya en sus obras de los años 1913 a 1915; y es el mismo en sus Escenas campesinas de 1913 como sus Préludes de 1915, en sus Estudios o en las Tonadas.

En 1910 viaja por primera vez a Europa y en Francia toma contacto con sus primos franceses que residen en París. Uno de ellos, André Saron, fue colaborador de Gustave Eiffel, constructor de la torre, símbolo de París, pero también de una iglesia en Arica.

En París establece lazos de amistad con músicos como Claude Debussy, Manuel de Falla, Maurice Ravel, Ricardo Viñes, Florent Schmitt, pero igualmente con pesonajes tales como Victor Basch, cofundador de la "Liga de los derechos humanos". Victor Basch y su esposa fueron asesinados por los nazis durante la ocupación de Francia. Siendo niño, mi tío Humberto me mostraba las cartas de Massenet, de Debussy y de Basch que él había recibido. La caligrafía de Victor Basch como la de Debussy se me han grabado para siempre en mi memoria.

En España se ligó de amistad especialmente con Felipe Pedrell, quien en una carta del 24 de octubre de 1913 a su "queridísimo y entrañable amigo" le escribe: "No exagero al decirle que sus Escenas campesinas me han entusiasmado y aún maravillado". Años más tarde, en 1916, es Debussy quien le comunica lo siguiente sobre su concierto para violoncello: "c'est une oeuvre tout à fait distinguée, l'écriture en est absoluement remarquable. Il- y-a aussi une personnalité dans le rythme qu'on rencontre rarement dans la musique contemporaine".

En España pudo percibir la afinidad entre el campesino andaluz y el chileno: en la manera de vestirse de los hombres, con la chaqueta corta, la faja de color en la cintura y los tacos altos de los zapatos. Además, la pronunciación andaluza fue transmitida a Chile.

Así, no es extraño notar un parentesco también en la música, por ejemplo en las tonadas. Eugenio Pereira Salas lo demuestra en su libro Orígenes del arte musical en Chile (Santiago, 1941).

Pedro Humberto Allende creó un lenguaje armónico muy complejo en cuanto a la riqueza de combinaciones sonoras; hay muchos pasajes politonales en casi todas sus obras. A ello se agrega una rítmica con perfiles bien marcados. En sus Tonadas no hay ninguna citación folclórica; todo es invención, aun en la métrica, pues en muchas ocasiones reemplaza el compás de 6/8 por un 7/8 o por un 5/4. La alusión al canto popular en esta colección de tonadas es como los esbozos de guitarra en las pinturas de la época cubista de Pablo Picasso.

Dentro del lenguaje tonal logró Pedro Humberto Allende encontrar situaciones armónicas al borde de la atonalidad. Esa tensión que se produce al rozar los límites del sistema tonal pertenece a la dramaturgia de este compositor. En ciertos Estudios, en ciertas Tonadas y en los Cantos infantiles (Cotón colorado) acumula disonancias que sólo al final de la pieza se resuelven en una tónica frecuentemente acompañada de una sexta, de una séptima o de una novena.



Obras
Para orquesta:

  • Andante y Allegro para orquesta de cuerdas (1903).
  • Obertura en Sol mayor (1904).
  • Sinfonía en Si bemol (1910).
  • Escenas Campesinas Chilenas (1913).
  • La voz de las calles. Poema sinfónico (1920).
  • Seis Tonadas para orquesta de cuerdas (1925).
  • Preludio y Fuga para orquesta de cuerdas (1930).
  • Tonadas N.os 10, 11 y 12, para gran orquesta (1930).
  • Tonadas N.os 1, 2 y 9, para gran orquesta (1936).

Para solos y orquesta:

  • Los montes y castillos. Soprano y orquesta de cuerdas (1905).
  • Solitudine. Soprano y cuerdas (1906). Concierto para violoncello y orquesta (1915).
  • La Partida, tonada para dos sopranos, contralto y orquesta (1933).
  • Luna de la media noche y A tu puerta, dos canciones para soprano y orquesta (1937).
  • Concierto para violín y orquesta (1940).
  • En una mañanita, para soprano y orquesta (1945).

Para coros y orquesta o solos, coros y orquesta:

  • Himno a Barros Arana. Soprano, coro femenino y orquesta de cuerdas (1908).
  • Himno de la Asociación de Educación Musical. Coro mixto y orquesta (1911).
  • Himno a la Escuela Normal Nª 1. Solo, coro femenino y cuerdas (1912).
  • Paisaje chileno. Coro mixto y orquesta (1913).
  • Himno del Patronato de la Infancia. Solo, coro mixto y orquesta (1921).
  • Oda a España. Solo, coro mixto y orquesta (1922).

Para coros a Cappella:

  • La violeta (1908).
  • Canto Fúnebre (1912).
  • Saludo a Chile (1912).
  • Himno del Liceo Santiago (1913).
  • Patria, A ti, Voz de la Patria, tres coros (1914).
  • Himno de la Escuela Anexa Nº1 (1914).
  • Himno de la Federación de Maestros (1915).
  • Primavera (1918).
  • Mensajero de Dios (1920).
  • Himno del Liceo de Ancud (1923).
  • Sé bueno (1923).
  • Ave María (1932).
  • Fidelidad, Serranilla, Pastoril, tres coros (1935).
  • Himno del Coro Allende (1935).

Para conjuntos de cámara:

  • Zarabanda y minué, para cuarteto (1916).
  • Berceuse y Gavota, para violín y piano (1907).
  • Fuga para violín, viola y dos violoncellos (1909).
  • Gavota y Minué, para violín y piano (1910).
  • Trío. Primer tiempo (1920).
  • Cuarteto para cuerdas. Primer tiempo (1925). Segundo (1932). Tercero (1948).
  • Ave María, para soprano y cuarteto (1926).
  • Tres Miniaturas Griegas, trascripción para cuarteto (1930).

Para piano:

  • Gavota, Marcha, Sonata en Fa (1906).
  • Sonidos Concomitantes, tema con variaciones (1907).
  • Teclas negras, Vals en Mi mayor (1907).
  • Rondó en Sol, Rondó en Re (1908).
  • Sonata en Do menor (1909).
  • Sonata en Re mayor (1909).
  • Polonesa, Minué, Rondó en La (1909).
  • Albumblatt (1911).
  • Preluludio N° 1 (1915).
  • Sonata en Sol menor (1915).
  • Miniaturas griegas (1918-1929).
  • 12 Tonadas de carácter popular chileno (1918-1922).
  • 9 Estudios (1920-1936).
  • Trozos Infantiles (1931).
  • Berceuse (1932).
Para canto y piano:
  • Ave María (1914).
  • Himno a la juventud (1912).
  • El encuentro y Debajo de un limón verde, soprano y contralto con piano (1915).
  • El amante desgraciado. Tonada (1915).
  • El Árbol de Pascua.
  • Ronda (1916).
  • Himno (1924).
  • Mientras baja la nieve, El surtidor, A las nubes, Ojitos de pena (1925).
  • Himno a Chiloé (1926).
  • Seis Canciones Infantiles (1926).
  • Himno del Liceo de Constitución (1928).
  • Himno del Liceo de Talca (1931).
  • Los nenúfares blancos (1932).
  • Himno (1934).
  • Himno en La (1936).
Varias:
  • Un lego que pide plata. Canto y guitarra (1907).
  • Rondó alla Mozart (1908).
  • Tempo di vals, Gavota, Vals a cuatro manos, para piano (1915).
  • Havdage arnue. Pieza post-futurista, para piano (1916).
  • El cepillo de dientes. Canto escolar con piano (1919).
  • Minué alla Ravel, para piano (1920).
  • Tempo di vals, para arpa (1925).
  • Reverie de Schumann, para canto y piano (1925).
  • Nocturno en Sol de Chopin. Soprano, dos contraltos y piano (1925).
  • Novelletta N° 9 de Schumann cuatro voces y piano (1925).
  • Adagio para guitarra (1928).
  • Pantomima de "El Amor Brujo" de Falla. Para dos pianos (1932).
  • Álbum de canciones escolares a una y dos voces, con piano (1933).
  • Estudio Nº 5, trascripción para cuarteto de laúdes (1933).
  • Zarabanda y Minué, Gavota y Rondó, para dos pianos (1936).
  • "La Cenicienta", ópera cómica de cámara (1948).
Referencias:
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0716-27902002019700004&script=sci_arttext
http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Humberto_Allende
http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/dest.asp?id=acariopedro
http://mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/uchile/salasv01/compositores/02.html
http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=3311
http://mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/uchile/salasv01/compositores/03.html

1 comentario:

EL TEATRO DEBE SURGIR dijo...

Mis mas sinceras felicitaciones por tan magnífico post.

Complace mucho encontrar escritos de gran valor, por su objetivo y sobrio contenido, como varios blog que he visitado en busca de información para mi blog.

Abel.