Nos ha dejado un gran Maestro, quién fuera nuestro Profesor de Historia, Profesor Jefe, Padre de nuestro compañero de curso Alejandro Vélis y un muy destacado profesor de muchos aplicacionista que tuvieron la fortuna de conocerlo.
Lo acompañaron en su despedida física, su esposa, hermanas, hijos y nietos, como también su compañeros de Logia Masónica de la cual formó parte por cuarenta años. No faltaron a la cita, sus colegas profesores y alumnos de la generación 71 del Liceo de Aplicación, además de sus alumnos del Liceo 28 Pablo Neruda, de quién fuera su rector entre el año 1971-1973.
Durante la ceremonia se dirigieron a los presentes Fernando Jabalquinto a nombre de los ex alumnos de la generación 71 del Liceo de Aplicación, haciendo una rememoración de nuestro profesor y leyendo una nota redactada por Carlos Pérez Soto ex alumno de don Jorge y hoy académico reconocido de importantes universidades, cuyo texto se adjunta a continuación.
Jorge, compañeros del 71, tantos y tantos años, tantas alegrías y penas, tantas distancias, sobre todo, y aún hay en la memoria, en lo profundo de la sangre, el espacio de quien te acogió, el espacio de quien te dejó una huella simple y profunda de calidez y humanidad.
Para mí, falto de padre, un padre. Para tantos estudiantes, faltos de una mano fraterna, esa mano y más.
Algunas de mis primeras discusiones marxistas las tuve con Don Jorge Oso Vélis. Algunas de mis primeras rebeldías tan grandes entonces, y pequeñas.
Supo de mis primeros amores. Escuchó algunas de mis primeras incongruencias. Sonrió cuando lo impugné. Volvió a sonreír cuando, años más tarde, traté de disculpar lo que mi juventud no podía evitar. Soy profesor gracias a su influencia. Sigo creyendo que es posible cambiar el mundo gracias a su influencia. Trato de conservar una básica y profunda honradez docente gracias a su influencia.
Hace treinta y cinco años que no lo veía, y ahora sé que no lo veré. Y lo he recordado, sin embargo, durante todos esos treinta y cinco años, y ahora sé que seguiré recordándolo como alguien que contribuyó a formar las cosas buenas que puede haber en mí. Sé que durante esos años lo debe haber hecho, una y otra vez, incansable, con cientos de otros jóvenes.
Sé que en Iquique la pampa del tamarugal florecerá una vez más para él, como él nos relató alguna vez que floreció en su infancia.
Él se va a descansar después de tantas palabras, y se queda en nosotros, como un camino.
Gracias, Compañero Oso Vélis. Ya nos veremos por ahí, tratando de subvertir el cielo.
Un abrazo grande para Jorge y su familia, un abrazo grande para todos,
Carlos Pérez
También se dirigió a los presentes, Luís Belmar, quién fuera Presidente del Centro de Alumnos del Liceo Nº 28 “Pablo Neruda”, donde don Jorge se desempeñó como rector. Recordó como gracias a la gestión de don Jorge, muchos muchachos que en esa época (principios de los setenta) se encontraban en riesgo social, fueron guiados y apoyados de tal manera que hoy destacan profesionales en diversos ámbitos.
Para mí, falto de padre, un padre. Para tantos estudiantes, faltos de una mano fraterna, esa mano y más.
Algunas de mis primeras discusiones marxistas las tuve con Don Jorge Oso Vélis. Algunas de mis primeras rebeldías tan grandes entonces, y pequeñas.
Supo de mis primeros amores. Escuchó algunas de mis primeras incongruencias. Sonrió cuando lo impugné. Volvió a sonreír cuando, años más tarde, traté de disculpar lo que mi juventud no podía evitar. Soy profesor gracias a su influencia. Sigo creyendo que es posible cambiar el mundo gracias a su influencia. Trato de conservar una básica y profunda honradez docente gracias a su influencia.
Hace treinta y cinco años que no lo veía, y ahora sé que no lo veré. Y lo he recordado, sin embargo, durante todos esos treinta y cinco años, y ahora sé que seguiré recordándolo como alguien que contribuyó a formar las cosas buenas que puede haber en mí. Sé que durante esos años lo debe haber hecho, una y otra vez, incansable, con cientos de otros jóvenes.
Sé que en Iquique la pampa del tamarugal florecerá una vez más para él, como él nos relató alguna vez que floreció en su infancia.
Él se va a descansar después de tantas palabras, y se queda en nosotros, como un camino.
Gracias, Compañero Oso Vélis. Ya nos veremos por ahí, tratando de subvertir el cielo.
Un abrazo grande para Jorge y su familia, un abrazo grande para todos,
Carlos Pérez
También se dirigió a los presentes, Luís Belmar, quién fuera Presidente del Centro de Alumnos del Liceo Nº 28 “Pablo Neruda”, donde don Jorge se desempeñó como rector. Recordó como gracias a la gestión de don Jorge, muchos muchachos que en esa época (principios de los setenta) se encontraban en riesgo social, fueron guiados y apoyados de tal manera que hoy destacan profesionales en diversos ámbitos.
Durante el velatorio realizado en el Templo Masón, concurrieron gran cantidad de Aplicacionistas, tanto sus alumnos como Profesores, entre estos últimos podemos mencionar el Sr. Petit de Química, el Sr. Barraza de Educación Física. Parte de la gran concurrencia que asistió a sus funerales.
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