viernes, 31 de agosto de 2007

"Teatro experimental de la Universidad de Chile: casi 60 años de su historia”

Para los que asistimos a la presentación del trabajo audiovisual realizado por nuestro compañero Leonardo Lorca, fué un grato reencuentro con él y su padre. Numeroso público presente en la sala del Museo Benjamín Vicuña Mackenna, para asistir a la exhibición de un documental que da cuenta de parte importante de la historia del teatro chileno; a continuación se incluyen dos publicaciones periodísticas que dan cuenta de este trabajo.

Mario Lorca (actor) y Leonardo Lorca (cineasta), dos generaciones que se unen por una pasión común: el teatro.
Una vida sobre las tablas

El actor Mario Lorca revisa a través de un documental cerca de sesenta años de historia del teatro chileno

Mario Lorca es recordado principalmente por su papel en la teleserie "La madrastra", sin embargo, este actor tiene una carrera de más de cinco décadas dedicada a las tablas, donde ha interpretado decenas de roles en clásicos montajes del Teatro Experimental, como "Fuenteovejuna", "Doña Rosita la soltera" y "La Remolienda". Todos los recuerdos de esa época dorada llegan ahora en formato documental en el video "Teatro Experimental de la Universidad de Chile. Casi sesenta años de historia", un proyecto realizado por su hijo, el cineasta Leonardo Lorca, con apoyo del Fondart.

El actor recuerda que en 1990, cuando se repatriaron los restos de Pedro de la Barra, considerado el fundador del Teatro Experimental, una joven estudiante dijo ¿y ese señor De La Barra fue alguien muy importante? "Eso me conmocionó mucho y me quedó dando vueltas en la cabeza, porque pensé que también había algo de culpa en quienes lo conocimos, pues era nuestro deber mantener vivo su recuerdo".

Así comenzó a gestarse este proyecto, que se consolidó cuando su hijo, residente en California, llegó con un bachiller en arte, mención radio, cine y televisión, bajo el brazo y la intención de realizar un documental que diera cuenta de una historia que había conocido de primera mano: "Yo crecí recorriendo los camarines del Teatro Antonio Varas y viendo a figuras capísimas como Franklin Caicedo, Tenysson Ferrrada, Roberto Parada, Agustín Siré, Jorge Lillo, María Cánepa, María Maluenda, Bélgica Castro, Marés González y María Teresa Fricke, algunos de los cuales están incluidos en este trabajo; sumado a directores y actores contemporáneos como Marcelo Alonso y Ramón Griffero".

El documental -filmado en video digital, súper 8 y beta- contiene entrevistas, fotografías e imágenes de películas donde participaron actores del Teatro Experimental, a través de las cuales se quiere dejar un testimonio visual, hasta ahora inexistente, de años fundamentales en la historia de las tablas nacionales que nunca había sido registrado y que parte -si se le puede poner una fecha exacta- el 22 de junio 1941, con la función de "La guarda cuidadosa" de Cervantes.

Mario Lorca recuerda como si fuera hoy su debut en el Teatro Antonio Varas con el montaje "Fuenteovejuna", a comienzos de la década del 50. "Me dieron un personaje nada menos que al lado de Roberto Parada y Jorge Lillo, que eran las voces del Teatro Nacional, y todo el mundo me preguntaba si estaba nervioso, pero con esa especie de inconsciencia que uno tiene, yo decía que no, pues la reponsabilidad era de ellos, los consagrados, y no de un alumno de segundo año. Pero hay que decir que siempre estuvieron presentes los postulados del Teatro Experimental: la creción de un ambiente teatral, la formación del actor y la difusión del teatro clásico y contemporáneo, así como la presentaciones de nuevos valores teatrales, ya sean directores, dramaturgos o escenógrafos".

Según explica Leonardo Lorca, la intención con este trabajo no es sólo dar una mirada nostálgica, "sino que que se mezclan varias cosas, como el aspecto educativo y el rescate de parte importante de una historia casi perdida. También está el humor, así como lo bueno y lo malo, porque uno tiende a idealizar el pasado y en este caso encontramos en los actores una tremenda honestidad para decir: ¡éramos malos!; pero creíamos en los que estábamos haciendo. Hay que aclarar que este documental no es sólo para gente de teatro, aunque seguro son los que más van a disfrutarlo, pues me preocupé de hacerlo accesible a todo el mundo".

En este registro audiovisual también hay un espacio para recordar la faceta de director y actor de Víctor Jara, quien ingresó a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile a fines de los años 50. "En el documental -cuenta Mario Lorca- hay una entrevista al dramaturgo Egon Wolff ("Flores de papel"), quien recuerda como Víctor, teniendo una posición política muy clara, respetó los textos y la idea de su obra 'Los invasores'".

Cuarenta copias del video documental "Teatro Experimental de la Universidad de Chile. Casi sesenta años de historia" quedará en manos del Fondart, que luego se encargará de su distribución en universidades, bibliotecas y colegios a lo largo del país.

Ref.: http://www.mercuriovalpo.cl


La vuelta al teatro puro

Enrique Ramírez Capello


UNA CALLEJUELA SIGILOSA, a ratos empedrada, a metros del estruendo de la Plaza Italia, paradero exclusivo de fanáticos del fútbol, huelguistas y jóvenes desgreñados. Al frente, la Casa de Cena, restaurante de evocadores, boleros para la reanimación sentimental y refugio de bohemios. Aquí –en Almirante Simpson 7-, la sede de la Sociedad de Escritores de Chile. Casona sombría, estancia para la crítica en el largo y martirizante periodo imperativo.

Esta noche una voz grave, magnética y persuasiva invade la antesala. Es el actor y recitador Mario Lorca. Noche de nostalgia con poetas tristes, actrices de antaño y periodistas de largo tránsito. Con su hijo Leonardo presenta el documental “Teatro Experimental: casi 60 años de su historia”. Rescate de testimonios, multitud de recuerdos, devoción por Pedro de la Barra, el maestro fundador. Más impulso que rigor. Pasión en las palabras resurrectas, añoranzas de los pioneros, gratitud del público que se acomoda en sillas frágiles. Un simple televisor muestra la importancia del patrimonio cultural.

Chile hervía después del triunfo popular en 1938. Algo rechoncho, moreno y de retinto bigote, Pedro Aguirre Cerda canalizaba las esperanzas de burdos pescadores de Iquique, mineros del Norte Grande retratados por el novelista Andrés Sabella y buscadores de carbón en Lota. Y la sangre explosiva de inmigrantes que huían de Francisco Franco y más tarde de Adolfo Hitler.

La sociedad se desasosegaba. Los universitarios buscaban cauces. Así nació el Teatro Experimental. Con fe algo despeinada de jóvenes, con seguidores de los clásicos europeos y norteamericanos, con buscadores de rango académico.

En el documental de los Lorca se rearma la memoria de los primeros protagonistas. Las diez ampolletas de la larga lámpara son tímidas para registrar temblores en el rostro de los huéspedes ya no lozanos.

Humberto Duvauchelle se estremece cuando se ve en la pantalla con sus anécdotas y juicios; el cronista Toño Freire se emociona porque repasa que en las imágenes y la documentación corre también su aporte; Jorge Boudon vierte lágrimas en primera fila; Sergio Mihovilovic no disimula su satisfacción por el trabajo de su cámara. La cara tersa de antaño en el televisor es hoy arrugas y dulzura al recrear todas las etapas del Teatro Experimental hasta el presente en la sala Antonio Varas.

La generación que nació en los patios del Pedagógico de la Universidad de Chile se multiplica generosamente en escenas que reaparecen y en nombres que brotan para emocionar: Domingo Tessier, Franklin Caicedo, Roberto Parada, Agustín Siré, Tennyson Ferrada, Andrés Rojas Murphy, los hermanos Héctor y Humberto Duvauchelle, Rubén Sotoconil, María Maluenda, Jorge Lillo, María Cánepa, José Ricardo Morales, Eugenio Guzmán, Alicia Quiroga, Marés González. Y la fuerza de Víctor Jara, Domingo Piga, Fernando González, Pedro Orthus. Más nombres y evocaciones que reviven en el entusiasta documental de Mario y Leonardo Lorca.

Las escuelas universitarias deben alentar, financiar y difundir el documental. Puro teatro. Teatro puro.

Ref.: http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/20061009/pags/20061009210907.html

2 comentarios:

Miguel Núñez dijo...

Emocionantes las palabras de Mario Lorca a quien quiero mucho sin conocerlo.Te voy a contar una historia real : siendo profesor del Liceo de Hombres de Antofagasta, había un muchacho que quería ser actor. Lo entusiasmé y grande fue mi emoción verlo como actor del ITUCH, por los años '60. Es Regildo Castro.Nadie se acuerda de él y vale la pena, como vale la pena recordarte Mario en esa monumental actuación tuya como "El Ñico" en "La viuda de Apablaza. Emocionados recuerdos un ex-estudiante del Pedagógico de los años '53-57. Miguel Núñez

tatanco dijo...

Mi padre, Emilio Martinez Chibbaro, fué uno de los actores fundadores del Ituch, protagonista importante en muchisimas obras, entre ellas Fuenteovejuna...y tantas otras...traductor de muchos Molieres para Chile y director de la escuela de Teatro del Teatro municipal...falleció muy joven y por ello me parece que ha sido injustamente olvidado en la historia del teatro chileno !